Capitulo 26

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Mikasa había sobrepasado los límites, y esta vez por mucho.

Subí directamente al segundo piso cuando llegué a la casa. Escuché a mamá saludarme desde la sala, pero tenía tanta rabia que no fui capaz de contestarle absolutamente nada. Mi mente estaba centrada en una sola cosa: encarar a Mikasa y preguntarle qué mierda había sucedido con Eren el viernes. 

Estando frente a la habitación de mi hermana, no lo pensé dos veces y abrí la puerta con fuerza, haciendo que esta golpeara contra la pared. El ruido no fue tan fuerte, pero lo suficiente para hacer que Mikasa, quien estaba recostaba boca arriba sobre la cama, se sentara rápidamente y llevara la mirada automáticamente hacia mi persona con una expresión entre la confusión y la molestia. 

—¿Qué mierda te pasa, idiota? —Preguntó de malhumor, sin apartar los ojos de mi persona—Para tu información, se toca la puerta antes de entrar, mal educado—Pasó su mano por su rostro y botó un largo y fuerte suspiro—Estaba por dormirme y me espantaste el sueño.

No dije nada con respecto a esas palabras. Solo cerré la puerta y la miré fijamente, preguntándome hasta qué punto era capaz de llegar Mikasa con tal de salirse con la suya. Al parecer, era capaz de mucho más de lo que yo me imaginaba.

A causa de mi prolongado silencio, noté como su expresión cambió de la molestia a la preocupación en menos de un segundo.

—¿Te pasó algo, Levi? —Preguntó, sus ojos me recorren por completo en busca de alguna respuesta. No contesté nada, no porque no quiera hacerlo, sino porque no sabía por dónde empezar para enfrentarla. Mi mente es un verdadero caos en estos momentos y tenerla frente a mí no estaba ayudando para nada—¿Eren te hizo algo? Te juro que si ese imbécil de mierda te hizo algo voy ahora mismo a golpearlo a su casa. Dime donde vive...

—Mikasa, basta de hacerte la buena hermana conmigo —La interrumpí, ya cansado de escuchar su teatro lleno de mentiras. Ella pestañeó varias veces desconcertada y abrió la boca, sin embargo, terminó diciendo nada—¿Qué le dijiste a Eren el viernes? y quiero que me contestes con la verdad.

—Ya te dije la verdad, Levi. Le iba a decir que te esperara porque te estabas vistiendo, pero él habló primero y me pidió que te avisara que la salida se cancelaba porque tenía cosas más importantes que hacer—respondió de inmediato, y de verdad me sorprendió que fuera capaz de mentirme de forma tan descarada tan fácilmente. Tuve que morderme la lengua para no decir nada y esperar a que dijera todo su falso discurso—Intenté hablar con él, pero ni siquiera tuvo la intención de escucharme. ¿Puedes creer que se fue en su moto y me dejó hablando sola? Dios, de verdad es un maleducado. 

Di un par de pasos alrededor de su pieza, tratando de apasiguar la frustración que estaba sintiendo en estos momentos. A decir verdad, no sirvió de nada porque cuando volví a verla el sentimiento de rabia e impotencia se intensificó más —Te dije que me dijeras la verdad, Mikasa—Repetí. 

Ella hizo como que no entendía a qué me estaba refiriendo. Quise golpearla en la cabeza para que se le borrara esa mueca de falsa inocencia.

—La única verdad que hay es la que te estoy contando, Levi. Te lo juro por lo más sagrado en el mundo que te estoy diciendo la verdad.

—Deja de hacerte la tonta, maldita sea—Exigí ya sin paciencia—Te voy a dar la última oportunidad y quiero que me contestes con sinceridad, ¿me entendiste? —expliqué con calma, aunque por dentro quería gritarle mil y un insultos.

Cuenta hasta diez, Levi.

—¡Ya te dije la verdad! —Respondió levantando el tono de voz. Me mantuve firme sobre mi lugar, sin apartar los ojos de su persona—¡Esa es la única verdad! ¡Acepta de una maldita vez que Eren solo está jugando contigo!

Te Odio Eren Jaeger (Ereri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora