Te Odio Eren Jaeger (Ereri)

capitulo 23 1/2

(Tres días después)

La salida al cine la podía resumir fácilmente con una sola palabra "Besos" y es que, ese día nos habíamos besado más veces de las que podía contar con los dedos de ambas manos.

Eren me había besado afuera del cine.

En la plaza que quedaba al frente.

Al interior del auto.

Afuera de mi casa.

Y, por último, en mi habitación, lugar donde nos besamos más de una vez. Donde me BESÓ más de una vez.

A mi habitación lo invité a pasar para que esperara mientras yo buscaba uno de los libros que le podían servir para estudiar las materias que entrarían en las evaluaciones que venían para la próxima semana. Sin embargo, la búsqueda de aquel libro se borró completamente de mi mente cuando Eren me acorraló contra la pared de mi habitación y me besó.

ME BESO EL MUY DESGRACIADO.

Y yo, aunque me costara reconocerlo, no hice nada para detenerlo, solo correspondí a todos esos ataques sin poner ni la mínima resistencia, como si fuese algo normal. Como si fuese normal besarnos cuando claramente no lo era.

¿Qué mierda estaba pasando por mi cabeza?

Si era sincero, ni yo podía entender el comportamiento que había tenido hace tres malditos días. Tres días en los que no había podido dejar de pensar en Eren y en lo confundido que el muy desgraciado me tenía. 

Se supone que Eren no me interesaba ni un poquito...

—Tierra llamada a Levi Ackerman—La voz de Annie me hizo salir de mi maraña de pensamientos de forma automática. Lleve la mirada al frente, donde se encontraba ella sentada bajo el árbol del jardín trasero de mi casa y mirándome con una enorme sonrisa burlesca—Hasta que reaccionas, hombre. Ya me estaba comenzando a preocupar—Continúa hablando, sin borrar su sonrisa, lo cual me parece dudoso, pero decido no indagar más allá.

—Estaba pesando en cosas.

—Pesando en alguien querrás decir—contesta de inmediato con tono sugestivo—Alguien cuyo nombre empieza con Eren y termina con Jaeger, ¿tengo razón, ¿verdad? —No contesté nada, no cuando estaba más ocupado pensando en lo fácil que Annie me había leído, o quizás yo estaba siendo demasiado obvio con lo que me estaba sucediendo—Por tu silencio voy a asumir que sí.

Rodé los ojos a la vez que negaba con la cabeza—Yo no pienso en idiotas sin cerebro—Contesté, miserablemente. 

Ella soltó una fuerte carcajada.

—¿Ya me vas a contar cómo te fue en tu cita con Eren? ¿O tengo que sacarte la información a la fuerza? —preguntó, con un tono de impaciencia en su voz—Sabes que puedes confiar en mí, prometo guardar el secreto y no decirle nada a Mikasa—Dijo, estirando su mano frente a mí—¿Trato?

Me quedé pensativo con los ojos fijos en su mano, dudando en si era buena idea contarle absolutamente todo o era mejor hacerle un resumen, saltándome alguno que otro suceso.

Le tenía confianza a Annie, pero en estos momentos no sabía cómo iba a reaccionar si le contaba todo lo que había sucedido con Eren. 

Estreché su mano contra la mía. Ella me sonrió y sus ojos se enfocaron en mi persona, esperando con ansias lo que yo tenía para contar.

Me encogí de hombros, fingiendo desinterés en el tema—Estuvo bien...—Solté con simpleza, dudando en si ir más allá de esas palabras.

Annie frunció notablemente el ceño—¿Bien? —Repitió mordaz, obviamente no a gusto con la poca información que estaba escuchando de mi parte—¿Eso es todo lo que me vas a decir? ¿Un simple "bien"?