Capitulo 35

405 48 43
                                    

Levi A.

Cuando llegamos a la casa de Eren, todos estaban en la cocina tomando té mientras conversaban sobre temas que yo no tenía ni idea.

—Hola mis niños—nos saludó la abuela de Eren, estirando los brazos para recibir un abrazo. Eren y yo nos acercamos a ella y la abrazamos—Estoy de vuelta en casa—Sonrió con una enorme felicidad que nos contagió a todos. 

—Me alegra que esté mejor, señora—Contesté.

—Cuéntenme, ¿cómo van los estudios? ¿Muy difícil la universidad? —preguntó, y fue una simple pregunta, pero que causó que Eren se pusiera tenso y se le borrara la sonrisa, cambiando a una mueca de completa seriedad.

Decir que había suspendido los estudios universitarios no era una noticia fácil, por eso atiné a tomar su mano, para transmitirle un poco de tranquilidad y apoyo, decirle con ese simple gesto que no estaba solo. 

Eren respiró profundamente y me miró con una tenue sonrisa.

—¿Pasa algo? —Preguntó la abuela de Eren, llevando la mirada de Eren a mí y viceversa, notándose preocupada—Hablen luego de que me estoy preocupando.

—Suspendí mis estudios hasta el próximo año—Soltó al fin, y mientras lo hacía, sentí como su mano apretaba más la mía—Perdón por no decirles nada antes, pero sabía que si lo hacía se iban a oponer.

Y por esa noticia, todo se volvió silencio. Dejaron las tazas sobre la mesa y observaron fijamente a Eren, como si no pudiesen creer lo que habían escuchado. Si a mí me estaba incomodando el silencio, no me imaginaba como se estaba sintiendo Eren.   

—¿Es una broma verdad? —Preguntó Grisha, siendo el primero en hablar—Dime que no tomaste una decisión tan estúpida, Eren, por favor.

Eren negó con la cabeza—Créeme que fue algo que pensé mucho antes de tomar una decisión. No fue algo impulsivo como tienes que estar creyendo en estos momentos —comenzó a explicar—Intenté seguir, pero de verdad no pude.

—¿A qué te refieres con que no podías seguir? —habló Grisha con un tono mordaz, sus cejas de fruncieron notablemente.

—Tenía tantas cosas en la cabeza que me era imposible concentrarme. Y no tienes idea de lo mucho que me frustraba estar estudiando todo el día para luego darme cuenta de que mi cabeza no había retenido nada.

—A mí se me murió mi hermana menor en un accidente y seguí estudiando. Fue difícil, no lo niego, pero seguí estudiando y logré egresar como aviador. No tienes excusa, Eren.

—No todos tenemos la misma forma de pensar, papá. Lo siento si te molesta, pero yo quiero privilegiar mi salud mental. Y tranquilo, que seguiré estudiando el próximo año, te lo prometo.

—¿Y qué harás mientras tanto? No quiero tener un hijo vago que este todo el día en casa sin hacer nada. Al menos dime que vas a trabajar en algo.

Noté como ese comentario molestó de sobremanera a Eren, su ceño de frunció y su mandíbula se tensó——buscaré trabajo para ayudar económicamente en la casa—Comenzó, con un tono de voz frío—No te preocupes, no tendrás un hijo vago—Sonrió de forma sarcástica—Además, puedo ayudar a cuidar a la abuela y acompañarla a las sesiones con el doctor. 

—Puedo conseguirte trabajo en el taller mecánico—Dijo Zeke, con una sonrisa.

Eren sonrió—Muchas gracias, hermano, pero se abrió hace poco una cafetería, así que, mandaré currículum ahí.

—Bueno... —Se escuchó la voz de Carla—Es una noticia difícil de asimilar, pero te apoyo. A veces es necesario un descanso—Grisha la miró con desaprobación—¿Qué? No me mires así.

Te Odio Eren Jaeger (Ereri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora