capitulo 14

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De seguro seguía durmiendo, porque lo que estaba viendo no podía ser real.

Pero ver desde las escaleras como en la mesa de la sala se encontraba Annie escuchando atentamente las explicaciones de Mikasa sobre anatomía no era algo común de ver. Incluso, podría decir con toda seguridad que esta era la primera vez que veía a Annie estudiando para una asignatura.

Annie siempre había sido relajada cuando se trataba de evaluaciones, es más, tenía la costumbre de estudiar un día antes o simplemente confiar en lo que recordara su mente de las clases. Todo lo contrario a mi hermana, la cual se la vivía repasando y estudiando como loca todos los días sin descanso alguno.

Lo malo es que la despreocupación por parte de la rubia siempre era el motivo principal de la mayor parte de las discusiones que tenían. Mikasa no se cansaba de aconsejarla una y otra vez que debía comenzar a ser más responsable con los estudios ahora que le faltaba solo un año para la práctica profesional.

Me senté en uno de los peldaños de la escalera sin hacer ni el mínimo ruido posible que pudiera delatar mi presencia. Tenía que pensar en una forma de bajar sin correr el riesgo de ser atacado por mi hermana con más preguntas de las que había respondido ayer, aunque ahora que me daba cuenta, Mikasa estaba bastante concentrada enseñando como para prestarme atención.

Eso creía...

—Espérate un momento para analizar la situación—Habló Annie, interrumpiendo la explicación de Mikasa—entonces en el cuerpo humano existen seis tipos de articulaciones sinoviales. Y la que permite mayor movilidad es la de tipo esférica—Mikasa asintió despacio, sorprendida—¡VAMOS! merezco un descanso que con tanto estudio se me va a fundir el cerebro.

Mikasa negó—No hasta que te aprendas el nombre de todos los huesos del cuerpo—exigió con tono duro, haciendo que la mueca de conformidad de Annie pasara a uno de sorpresa en un instante.

—¡¿TODOS?! ¿¡acaso te volviste loca?—Exclamó sin poder creer la petición que le había hecho mi hermana—No me puedo aprender el nombre de 206 huesos en un día.

—Eso te pasa por no haber estudiado desde antes—contraatacó Mikasa, ya con la paciencia pendiendo de un fino hilo—Y para tu información, los huesos lo pasamos en el primer año. 

—Han pasado tres años, ¿cómo pretendes que me acuerde de lo que pasamos hace tanto tiempo si con suerte recuerdo lo que comí ayer?

—Es tu culpa por no repasar.

—Nunca creía vivir este momento histórico—Bromeé, terminando de bajar las escaleras y caminando hacia la mesa donde me senté al lado de Annie y frente a Mikasa.—¿Te preocupaste al fin de tu futuro?—

Annie soltó una fuerte carcajada y negó con la cabeza—Todavía falta un montón como para preocuparme ahora. Que la Annie del futuro se preocupe.

—Eres una idiota sin remedio—Le regañó Mikasa—Las practicas del próximo año son individuales. Eso significa que no vas a poder depender de mi para salvarte.

Ella rodó los ojos, haciendo una mueca de desagrado—Falta un año, relájate un poco y vive la vida.

Y obviamente Mikasa no se iba a quedar callada y de brazos cruzados. No señor, porque luego de mirar mal a Annie contestó: —Al menos yo sí me preocupo por mi futuro y no ando estudiando solo para acercarme al chico que me gusta. 

La verdad, eso si me había sorprendido.

—¿Te gusta alguien?—pregunte dudoso, no estando seguro si había escuchado bien—¿Tu? ¿La que supuestamente iba a vivir soltera para toda la vida con mil gatos como única compañía?

Te Odio Eren Jaeger (Ereri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora