Perdición [+21]

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Hasan

Mi gente se despliega, todos van a lo suyo incluyendo mis socios, esta alianza me conviene y debo admitir que mantenerme en silencio ha valido de mucho pero es hora de la revancha y reclamar lo que he hecho mío a la fuerza.

La cobra egipcia (Naja haje), también conocido como "أورايوس"
La cobra egipcia es sinónimo de resurrección, es un símbolo sagrado incluso para un jefe árabe. La cobra se pasea por mi brazo envolviendo su anatomía en este, me obedece como todo y todos a mi alrededor.

El corpión de cola gorda árabe, mi preferido a la hora de adiestrar esclavos, dejo mis mascotas de lado cuando salgo del jet, abordo la camioneta seguida de mis hombres. Nos adentramos a la gran ciudad del Cairo capital de Egipto.

Al llegar a mi destino camino junto a mis hombres hasta el gran yacimiento antiguo utilizado para mis negocios y nuevos socios.

No presto atención a nada solo me enfoco en mi móvil que me muestra los datos satelitales que he estado buscando.

Al entrar a la estructura antigua me reciben como es debido pero una detonación me manda al suelo y derriba a barios de mis hombres.

El cielo azulado se pinta de humo negro cundo un batallón de hombres vestidos de esmoquin negro se amontonan en el lugar pero mis hombres no se quedan atrás a la hora de defenderme con sus vidas si es necesario.

Me llevan hasta el otro extremo del lugar intentando evadir los disparos que no llega hasta mi...

—-Hasan!!!.—La voz del aleman con asentó turco llega a mis oídos y es cuando esquivo a mis hombres buscando al espectro del infierno con apellido Hochadel.—Te escondes como una nena asustada, sal de donde estás retrasado de porquería.

Mi arma arde en mis manos con el responder de las balas que atinó a sus hombres.

Me escabullo por las columnas que se derriban con las balas hasta llegar a la parte trasera, mis balas  se agotan pero mis ganas de matar al hombre enfrente de mí se incentivan suelto el arma fijando mi vista hasta el hombre que detesto desde hace varios años.

Las palabras sobran cuando las miradas hablan por sí sola y me abalanzó contra él y él viene contra mí como dos titanes de acero letales como asesinos de carne y hueso.

Atino el gancho derecho en su mandíbula pero me deja sin aire cuando su rodilla se estrella tres veces en mi estómago y rompe mis costillas pero no me doy por vencido y el odio que siento por la familia Hochadel me incentiva.

Me pongo de pie con mis  puños en su rostro rompo su labio inferior haciendo que su nariz sangre y sus huesos crujan cuando lo mando al suelo. Nos  debatimos en una batalla que nos deja tirados en el suelo, envuelve en mi cuello sus brazos listo para romperlo.

Soy ágil a la hora de establecer una llave que me saca de su  agarré pero vuelve a derribarme y a mandarme al suelo tomando  mi cuello en sus manos cortando el oxígeno que llega a mis pulmones y yo hago lo mismo haciendo que su rostro se torne tan rojo como la sangre que sale de su nariz .

—-Eres un cobarde maldito árabe de mierda.— despotrica todo su odio contra mí y eso es sólo incentiva el deseo de matarlo.—-sólo un maldito cobarde como tú violaría a una mujer para poder sentirse complacido sólo un maldito cobarde como tú somete para tener placer propio violando el placer de otros...enfermo.

—-No  dirás lo mismo cuando sea tu mujer a la que someta y viole hasta el cansancio igual que como lo hice con su hermana acaso no has notado mis alcances hijo de puta.—-Uno de mis hombres viene por detrás y clava una daga  en su espalda.

El maldito no se mueve de su puesto ejerciendo más fuerza en mi cuello el cual está  apunto de romperse, dos de mis hombres lo acorralan intentando quitármelo de encima pero el maldito parece un animal su fuerza es innegable otro de mis hombres clava otro puñal en su pecho.

Logran quitármelo de encima pero el muy maldito sacar la daga  de su espalda y su pecho y la esclava en la cabeza de mis hombres y las mueves de una forma tan brutal que saca el cerebro de los cráneos.

Yo intento recomponerme pero el vuelve hasta mi con el pecho y la espalda sangrando este es un demonio sin duda ha hecho un pacto con el diablo porque pese a estar mal herido su fuerza es inquebrantable pero nomás que la mía ya que cuando se abalanza hasta  mi clavo mis dedos en la herida en su pecho de una forma tan brusca que el maldito cae desplomado en el suelo pero sus hombres vienen por el acorralándolo, sueltan los  disparos y logro correr lo más posible.

Éste no es el final definitivamente es el comienzo de la guerra dos de mis camionetas me esperan a lo lejos y logré evadir los disparos a mis espaldas corriendo como puedo por los arbustos a bordo la camioneta que me saca del lugar mal herido y con la sangre hirviendo.

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Gabriel Hochadel

Las heridas arden el mundo me da vueltas pero me pongo de pie mis hombres me acorralan intentando socorrerme pero yo sólo quiero ir detrás del mal nacido que se pierde a lo lejos mis hombres van tras el  pero media hora después de buscarlo por todo Egipto no aparece.

Maldita sea!

Uno de mis hombres cura mis heridas estoy acostumbrado a este tipo de cosas desde los 11 años o menos empecé entrenar para la mafia alemana de mi padre cada enterramiento fue brusco y duro pero sólo sirvió para crear lo que soy ahora.

Éstas heridas no son nada para mi comparado con todo lo que tuve que pasar para poder llegar hasta donde estoy este puesto no me los regaló mi padre sino que me lo he ganado a pulso cada combate, cada buena jugada y cada estrategia valía la pena sobre todo mi fuerza física.

A esta hora Hasan habrá salido de Egipto lo más probable es que ya se haya ido por alguna aerolínea clandestina, cumplo mi promesa hacia Isabella me preparo para buscarla en las islas vírgenes donde ha pasado el fin de semana con su familia mis hombres me informan acerca de la llegada a Arabia Saudita de los tres líderes importantes para las guerrillas.

Rusia, Italia y Corea del Sur tienen los líderes más bajos los cobardes que se esconden en las pandillas más sanguinarios haciendo sus fechorías por debajo ignorando las leyes de los grandes algo traman y no esperaré a que suceda lo peor para ir por Isabella quién es lo único que me importa en estos momentos debo protegerla de todo daño.

Debo recurrir a la única persona en la cual es posible que la terca de Isabella  le haga caso, a la única que la a protegido de una forma inhumana debo reconocer que la capitana Sherwood ha cuidado mucho de Isabella pero eso no es lo importante ahora lo importante es saber que tanto estaría dispuesta a sacrificar para que su hermana esté bien.