🍃27

2.8K 189 40
                                    

Hera

Rusia
Ataque militar

Recargo mis armas en tanto el quepo elite del FBI abarrota  cada parte de la fortaleza de la mafia guerrillera o desertora como muchos le llaman.

Acabo con todo el que se me posa en frente, y me ubicó en el punto estratégico que me permite ver la escena que tengo en frente.

Los hombres de Carmina Sulenski No dan tregua pero mis agentes están entrenados no para tener compasión, si no para aniquilar y esa es la orden; ejecutar sin Piedad.

Es lo que me vengo recordando desde hace unos minutos en donde aquel enmascarado técnicamente me cubrió el trasero.

No sé quién es pero.. hubo algo que me desconcentro por unos minutos, una sensación que impidió que clavara mi daga en su pecho y me dejo inerte. He visto esos ojos antes, esa aura, ese perfume...

Evado cualquier pensamiento que me distraiga cuando noto a la mujer que encañona a mi madre teniéndola de reen mientras mi abuela intenta mediar la situación, no dejo de apuntar directo en la cabeza de Carmina Sulenski quien ha firmado su sentencia de muerte al secuestrar a mi madre.

—-¡Estas rodeada, acepta tu rendición!

Aurela intenta mediar el asunto pero Sulenski se ve decidida a todo, barios helicópteros no identificados sobrevuelan el lugar.

—-¡Carmina Sulenski, baja el arma y ríndete!

Salgo de mi escondite los copos de nieve caen en mis brazos descubiertos y en el arma con la que apunto.

—¡Hera Sherwood! Tienes una deuda con Hasan, y las deudas en la mafia de Arabia Saudita se pagan con sangre y muerte.

No me asusta lo que dice. Pero el que haga a mi madre a un lado lista para disparar me hace perder el control.

Sulenski Empuja a mi madre y acto seguido jala del gatillo pero es Aurela quien se mete en medio recibiendo  el disparo en el lado izquierdo del pecho que la manda al suelo cayendo en los brazos de mi madre.

No pierdo tiempo y mi arma al igual que la de mis hombres se descargan en el cuerpo de Sulenski volviendo su cuerpo trizas con los disparos que le arrebatan la vida.

Mis tropas derriban los helicópteros y declaramos la zona limpia, pero mi vista corre al lugar en el que yace mi madre con el cuerpo agonizante de Aurela... mi abuela.

En un último aliento de vida estando tendida en la nieve que se tiñe con su sangre me extiende su mano y procedo a tomarla en tanto los hombres que la acompañan se toman el lugar y pido a mis agentes bajar la guardia.

—-No tuvimos la mejor relación.—Su voz es agonizante y mueve algo dentro de mi.—Pero estoy orgullosa de que el legado Mendoza se mantenga en alto, díganle a Isabella que la quiero mucho.

La bala en su corazón hace que colapse y vomite la sangre que la hace toser.

—-Mamá yo...

—- No me gustan las despedidas, pártanle el culo a esos imbeciles...—Toca mi rostro con su mano ensangrentada y no puedo evitar sentir algo muy fuerte en mi pecho  aunque no derrame una sola lagrima.—-El está vivo, búscalo... Las...Las quiero..

Sus palabras se quedan a medias pero no tengo tiempo en analizar lo que dice cuando la vida se escapa de su cuerpo, sus labios se tornan morados  y mi madre cierra sus ojos y limpia las lagrimas que soltó al despedirse.

Perdición [+21] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora