Intravenous

Capítulo 20

Lina

Luego de un par de horas sin salir de la habitación por miedo a encontrarme con Edryan de nuevo ya me siento exhausta de ver las mismas 4 paredes. Si tan solo no lo hubiera hecho enojar al menos podría estar sentada en las butacas haciendo algo mas productivo que ahora.

¡Lina por qué no puedes parar tu bocota!

Después de pensármelo por unos minutos me armo de valor y salgo de la recamara y voy despacio hacia donde estaba Edryan antes. Al llegar no lo veo y me alivio un poco, alivio que no dura mucho pues escucho pasos atrás y al girarme me encuentro con el hombre que hace poco tenía ganas de matarme vestido en pantalones formales y una camisa de botones grisácea. Se dirige al asiento a mi lado y se abrocha el cinturón.

- Abróchate vamos a aterrizar – me ordena
- ¿A dónde? – pregunto desconcertada

- A casa – lo dice sin mirarme y dándole punto final a la conversación.

Me siento enseguida abrochándome mientras se me forma una media sonrisa en mis labios. Así que no nos vamos de luna de miel, no le hizo caso a su papá al parecer lo que le dije lo hizo pensar o no lo se.

Lina 1 Edryan 0
...
De camino a un lugar que no conozco, pero en la misma ciudad en donde vivo nos dirigimos a donde pasaré largos días de miseria. Edryan no ha mencionado ni una sola palabra lo que me hace pensar que es muy callado o sigue enfadado conmigo, creo que la última opción es la ganadora. La mayoría de las veces esta entregado en su móvil y yo no se ni para donde mirar, en el vehículo me siento tan incomoda que ya quiero que el viaje se acabe.

Minutos después observo que nos adentramos en una comunidad que se ven los billetes saliendo de cada casa. Ni para que llamarlas casas son mansiones enormes que hacen que no pueda apartar mi vista. Llegamos al final de la calle encontrándonos con un acceso controlado que pasamos en seguida, cruzamos un camino lleno de arboles para llegar a la casa en donde había ido por primera vez con mi padre en la fiesta de año nuevo.
Me propongo a ver todos los detalles que la oscuridad no me dejó en su momento y llego a la conclusión que es hermosa toda la mansión. Ojalá pudiera disfrutarla o venir con la emoción de compartir este lugar con la persona que uno ama, pero cada momento imaginado se queda así, en la imaginación. Que deprimente.
Edryan aún está sin emitir alguna palabra mientras se baja del vehículo. Lo sigo y vamos directo a la entrada de la casa. Al entrar veo como una línea de personas con pinta de ser empleados de la familia Genovese se acumulan en una línea recta mirando hacia al frente.
Edryan da un paso hacia al adelante y comienza a hablar.

- Lina ellos son los responsables de cada servicio de esta casa al igual que me sirven a mi te servirán a ti a partir de ahora – dice con voz vaga como si fuera un discurso que este cansado de repetir – Ustedes harán exactamente lo que le ordene su señora ¿esta claro? – les pregunta con un tono algo amenazante, pero no distingo más solo por quedarme dando vueltas a la palabra que utilizó para referirse a mí.

- Si, señor – responden todos al unísono una vez ven a Edryan seguir su camino.

Lo sigo sin saber a donde ir y me encuentro subiendo las escaleras junto a él. Le sigo hasta entrar a una oficina que no es igual a la que entré el otro día cuando acepté casarme. Esta es mas oscura, con lujos plateados en todas las esquinas y paredes grises y negras que opacan el brillo del día. El ambiente es sombrío pero elegante, algo interesante. Al terminar de examinar la estancia me enfoco a los dos hombres que están parados en medio de la oficina y mis ojos se estancan en uno en particular sin poder apartarlos.

- Ellos son Luca y Joe. Luca es mi mano derecha y Joe se encarga de – es interrumpido por el tal Joe que no dejo de ver.

- Resolver tus desastres – dice con una sonrisa algo arrogante, expresión que cambia al dirigir su atención en mi – Lina, un gusto verte de nuevo – me saluda como si fuéramos viejos amigos lo que me hace poner una cara de confusión.