Capítulo 32

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Edryan

¿Qué diablos acabo de hacer?

Eso no estaba en los planes, eso claramente no lo estaba.

No puedo creer que le dijera que tampoco quería estar en este lugar y que le prometiera huir. Ni yo mismo sé si esa posibilidad existe, la he deseado tanto toda mi vida, pero nunca he tenido el valor ni la forma de hacerlo y siempre me he quedado, siempre, como un cobarde.

Sin embargo, ahora al ver la poca esperanza en los ojos azules de Lina puede que esta vez si lo haga de una vez por todas. No quisiera que ella se quedara en este infierno por el resto de su vida como lo he hecho yo.

No, ella no.

Camino sin rumbo por la mansión y paro en la biblioteca que está junto a mi oficina que casi nunca ultilizo.

Bastante tengo con hacer trabajo sucio en la oficina de nuestra compañía como para hacerlo en mi casa también.

Aquí es donde único sin contar el gimnasio que tengo al otro lado de la casa puedo respirar y destensar los hombros y todo mi cuerpo. Me siento en uno de los sofás que son para que leas a gusto y echo mi cabeza para atrás mientras cierro mis ojos y me relajo.

Mientras caminaba hacia aquí podía ver como las personas encargadas de la decoración llegaban e invadían cada rincón de la mansión y traían todas las decoraciones que probablemente la asistente de mi padre había elegido.

No puedo creer que este año se hiciera la gala en mi casa, pensé que al cambiar de líder la gente no quería celebrar un evento tan "importante" conmigo de anfitrión, aunque claramente no lo seré.

Mi padre siempre le encanta llevarse el mérito de toda cosa fantástica que se hace en el submundo de la gente adentrada por mafias y trabajos ilícitos. Nunca mueve un dedo para hacerlas pero si para llevarse los halagos, algo que claramente va hacer hoy.

Nunca me había importado, jamás quería la atención para mi, pero que use la casa en la que estoy para traer a criminales aun el no quedándose aquí me enfurece.

No quiero a todos esos rateros con clase cerca de esta casa, cerca de mi y mucho menos cerca de ella.

Esas personas no son confiables, no los puedes tener ni como conocidos, son armas listas para disparar y rodearme de ellos en mi casa me hace tensarme. No sé que va a pasar esta noche, no sé si ella vendrá y tampoco se que mi padre pretende con todo esto. De verdad, espero enterarme hoy de que esta haciendo o al menos tener más información porque si algo sé como su hijos es que me va hacer la vida imposible con lo que está planeando.

Suspirando me dejo llevar por el cansancio y mi mente vuela mientras estoy rescostado tratando de descansar.

¿Vendrá?

¿Ella me creerá?

¿Confiará en mi?

¿Le gustará el vestido?

¿Por qué demonios me pregunto eso?

Mi mente no puede con tantas incertidumbres, confusiones, riegos, rechazos, problemas y ahora estos pensamientos intrusivos que atacan en mi mente la mayor parte del día y peor en la noche. Lo peor de todo es que siempre son de una sola cosa o persona, Lina.

Llevo mis manos hasta mis sienes para masajearlas un poco y disminuir el dolor de cabeza que esta comenzando a crecer por tanto pensar y evitar a toda costa estas preguntas y dudas que no estoy acostumbrado a tener.

Siempre he estado claro conmigo mismo, siempre he sabido lo que me gusta y lo que si lo hace. Sé cuando algo no esta bien y cuando tengo que actuar. Eso me ha ayudado en los largos de los años que he tenido que sobrevivir en esta vida, pero ahora, no se que pasa.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2024 ⏰

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