Capítulo 31

51 4 0
                                        

Edryan

Exalo todo el aire que no sabía que estaba aguantando. No soy de ponerme nervioso. Nunca. A lo largo de mi vida he estado en situaciones que cualquier otra persona hubiera muerto de ansiedad o de un ataque de tanto miedo y nervios que no pudieron soportar. Yo siempre he mirado y vivido esas situaciones con un cierto desinterés que me ha librado de esas famosas sensaciones que no traen nada bueno. Pero, creo sentir un deje de nerviosismo cada vez que estoy con ella o incluso cada vez que la escucho o siento su mínima esencia.

Cada vez que Lina está cerca.

Su voz y su mirada hacen que un ligero temblor impropio de mi se apodere de mis manos. No pensé que su voz haría el mismo efecto aun estando a través de la línea, pero lo hizo igual.

Mis pensamientos y sentimientos no están en sincronía en estos instantes porque como sentir tal cosa por alguien que acabo de conocer y que además estamos en una situación en donde el odio de ambos nos arropa. No entiendo porque me quedo más tiempo de lo normal viéndola ni porque mis pensamientos siempre se dirigen a su rostro y sus palabras bailan en mi subconsciente. En lo que más he estado pensando y soñando en estos últimos días fue en el insípido, pero significativo para mí, medio beso que le di el día de nuestra boda.

Pequeñas cosas de su forma de ser me han llamado la atención y no sé si es curiosidad de conocer qué hay en esos ojos azules que estan bañados con tanto odio hacia a mí y a la vida o es algo que nunca he logrado a experimentar.

Me convenzo a mí mismo para culpar a la situación en la que nos han obligado a permanecer y mi cordura no lo está soportando, porque lo que esto me provoca es incomprensible y estúpidamente fuera de lugar.

Lo único que sé es que no importa lo raro y descontrolados que esten mis pensamientos no les puedo dar cabida, no si quiero lograr lo que me he propuesto y eso es salir del mundo que una vez fui devoto. Para lograrlo tengo que centrarme y no perder la cabeza con pensamientos confusos que no me llevarán hacia ningún lado.  

No veo la hora de poder dejar esta vida de tanta incertidumbre y muerte. Nunca me sentí parte y nunca quise serlo, pero con la presión de mi padre y el no tener escapatoria me ha arrastrado a estar en la posición en la que me encuentro, siendo la cabeza de una mafia que no me quiere como su líder y que yo tampoco los quiero como súbditos. Siendo un títere sin voluntad sufriendo por cada mandato de su dueño, pero voy a acabar con eso y será pronto.

Se que no estoy en este puesto por ser un gran hijo ni tampoco porque me lo merezca, sé que papá tiene un plan que me involucra, me necesitaba como líder y si así lo hizo no importando que él perdiera el título sea lo que sea que iba a recibir a cambio tenía que ser más grande que su mafia y que su orgullo.

No quiero ser parte de sus sucios planes, no sé cuáles son, pero los sabré pronto y una vez lo descubra pararé su juego y me iré, pero para lograr eso no puedo solo contar conmigo y no sé que hacer al respecto, pero de lo único de lo que si estoy seguro es que dejaré esta vida atrás y jamás volveré. 

                                                                                                         ...

Más tarde, ya llegando a la mansión me dirijo a mi habitación para poder soltar el suspiro que he llevado aguantando todo el día. Cada vez se me hace más difícil tolerar los largos días de trabajo, un trabajo moralmente desagradable.

Llego a mi habitación y al instante noto la ausencia de algo, como si algo que ya perteneciese aquí ya no está, mis pensamientos me alarman con la idea de extrañar a una pelinegra psicopata que apenas a llegado a mi vida, pero los ignoro cuando tocan a la puerta.

Intravenous Donde viven las historias. Descúbrelo ahora