Lina¡Cretino!
Imbécil, egoísta, idiota, maldito y ¡ah! Ya no encuentro que palabra más para describir su miserable existencia. Tan solo con pensar en él mi sangre hierve y me entran ganas de mandar a bajo toda casa. Nuestra casa.
Y una mierda
No puedo creer que tenga que compartir techo con este animal sin cuidado. Como cree que voy a dormir en el suelo. Tras que me arruinan mi vida también arruinan mi sueño. ¡Egoístas!
Dando vueltas por toda la habitación mi furia aumenta. En mi cabeza siguen rondando las palabras y las expresiones de Edryan que tanto me hicieron enojar. Su actitud al decirme que no necesito trabajar. ¿Quién se cree? Infeliz ni en esta vida ni en la otra dejaré mi trabajo y mis estudios ¡Jamás! Idiota.
Mareándome de tantas vueltas dadas poso mi vista en la nota que me llegó hace unos minutos. El muy imbécil cree que está en un maldito juego. Dejando esta nota como si fuera algo divertido. ''Bienvenida a casa'' como si esto se le pudiera llamar casa.
Una mansión tan grande y me siento tan atrapada que hasta el oxígeno es difícil de conseguir. Estas paredes oscuras comienzan a agobiarme además de que aún abunda el aroma que Edryan antes de irse. Me dirijo a la puerta, pero me detengo antes de tomar la manecilla de la puerta. No sé con qué me toparé afuera de estas paredes considerando que es la casa de un mafioso de alto rango este lugar no puede ser muy seguro para alguien tan insignificante como yo ¿o sí? Ahora soy la supuesta señora Genovese ¿hacerme algo implicaría la guerra? No creo, de seguro Edryan celebraría si yo no fuera más parte de este mundo, eso significaría ser libre.
Con ese pensamiento me alejo de la puerta de un tirón, si antes tenía miedo de salir ahora lo tengo aún más pensando que podrían matarme para acabar con esta farsa. Es decir, yo lo haría, que dices Lina no puedes matar ni a una mosca como vas a matarlo a él. Mis nervios aumentan cada segundo que analizo esa idea de enfrentarme a la muerta en este lugar y el poco oxígeno que utilizaba se esfumó completamente. Es como si todo el miedo que reprimí durante estos últimos días me cayera como un cubo de agua sobre mí en estos instantes. No puedo creer que en tan poco tiempo haya perdido a mamá, el cambio tan repentino de papá, el matrimonio forzado, el mal trato de mi ahora supuesto suegro, esta casa enorme, dejar mi hogar, tener que convivir con un hombre que no conozco y peor aún ahora vivir con el constante miedo a la muerte. No puedo con tanto, por qué la vida tuvo que escogerme a mí entre tanta gente. No quiero sonar egoísta, pero yo no me merecía esto.
Sin darme cuenta estoy llorando rinconada en el borde de la cama a la cual no podré probar durante mi larga y quizás eterna estancia aquí. Mis lagrimas no paran de rozar mis mejillas y mi cabeza comienza a doler por el esfuerzo que implica llorar al nivel que lo estoy haciendo. Suelto toda mi frustración, ira, rencor, miedo, decepción...
No sé cuanto duro llorando como niña pequeña hasta que soy interrumpida por el sonido de un teléfono. Mis sentidos se organizan de nuevo y busco de donde proviene tal ruido. Salgo del cuarto que contiene la cama y me encuentro caminando hacia el armario. La música del móvil se intensifica en este lado y de inmediato comienzo a rebuscar en todas las bolas y cajas que hay en el suelo. Luego de unos 15 segundos encuentro a mi celular en el fonde una caja junto con varias de mis pertenencias aún sonando. Envuelta en todo este lío no me había dado cuenta de que ya no estaba bajo mi posesión. Verificándolo a ver si todo estaba en orden con el entra nuevamente una llamada proveniente de mi padre. Miro la pantalla por unos segundos y me debato en contestarle o no al final de cuentas aún me siento un poco resentida con el al no contarme nada de su vida y de los pensamientos de mamá.

ESTÁS LEYENDO
Intravenous
Teen FictionElla ama su trabajo Él odia el suyo Unidos por obligación se ven arrojados en un mundo muy diferente para ellos. Ninguno tenía la idea de estar amarrado a alguien y menos de una persona completamente diferente. No solo se unieron en un juramento en...