𝑯𝑼𝑵𝑻𝑬𝑹 𝑮𝑨𝑵𝑮 😎| 𝚡𝚒𝚔𝚎𝚛𝚜

𝟐𝟓:☺∞☺

Hunter bajó a la cocina. Min Jae estaba esperándolo. Hunter sonrió y abrió los brazos. Min Jae miró a su derecha y luego a su izquierda, para cerciorarse de que nadie estaba observando, y entonces, cuando estuvo seguro, corrió hacia Hunter.

―¡Auch! ―gritaron los dos al mismo tiempo.

―¡Tu cabeza golpeó mi esternón! ―exclamó Hunter, haciendo pucheros.

―No, tu esternón golpeó mi cabeza ―replicó Min Jae, llevándose una mano a la frente.

―¿Lo intentamos de nuevo?

―Está bien.

Hunter volvió a abrir los brazos y Min Jae se acercó cuidadosamente, para evitar otra colisión.

―Somos tan infantiles... ―se quejó Min Jae.

―Soy menor que tú, así que tu situación es peor ―se burló Hunter.

Min Jae se rió, pero volvió a ponerse serio casi de inmediato.

―Perdón por ocultarte lo de Joongie.

―Ya te disculpaste.

―Y también lamento haberme puesto celoso de Jinnie.

―Bueno, creo que te entiendo un poco ―admitió Hunter, soltando a Min Jae y mirándolo directamente a los ojos―. Siempre estoy asustado. No quiero terminar como Jessie.

―¿Quién?

―Jessie de Toy Story.

Min Jae frunció el ceño, sin comprender.

―¿Qué quieres decir con eso?

―Que me da miedo que te olvides de mí.

Min Jae sonrió con ternura.

―Es imposible olvidar a alguien tan alto ―replicó, dándole un puñetazo amistoso en el brazo.

―Pero, como dije antes, eres mayor que yo. Podrías encontrar amigos mucho más interesantes...

―Si continúas diciendo tonterías te golpearé ―le espetó Min Jae, molesto―. Te prometo que no voy a reemplazarte, Papungkorn Lertkiatdamrong.

Hunter esbozó una enorme sonrisa.

―Ven aquí, chaparro ―le dijo a Min Jae, volviendo a abrazarlo.

―¡Oye, suéltame!

Sin embargo, ambos se estaban riendo.

♢

Oculto tras un estante, Jin Sik observó la escena con infinita tristeza. No podía evitar recordar su pasado. De cierta forma, Min Jae y Hunter le hacían evocar los viejos tiempos, cuando la muerte no le había arrebatado a la persona a quien más apreciaba en el mundo entero. Su mejor amigo y él también solían discutir por tonterías, pero al final siempre hacían las paces.

Excepto la última vez.

Las palabras hirientes que había pronunciado todavía resonaban en su cabeza. Algunas noches se sentía tan culpable que apenas podía respirar.

"Si tan sólo tuviera la oportunidad de disculparme", pensó, conteniendo las lágrimas.

Entonces tuvo una idea. ¿Cómo no lo había pensado antes? ¡Habían hablado sobre fantasmas durante días! Que el asunto de Shiber fuera una cruel broma no significaba que el Más Allá no existiera. ¿Y si todo hubiera sido una señal del universo? ¿Una señal especialmente para él?

Jin Sik se secó las lágrimas, decidido. En cuanto tuvo la idea, supo que haría lo que fuera necesario para llevarla a cabo.