| 𝟏° 𝐂𝐡𝐚𝐭 𝐝𝐞 𝐱𝐢𝐤𝐞𝐫𝐬 | Fanfiction
| 𝑺𝒊𝒏𝒐𝒑𝒔𝒊𝒔 |
Hunter, de 17 años, acaba de debutar como idol en un grupo de k-pop llamado "xikers". Junto con su mejor amigo, Min Jae, quien además es el líder de la agrupación, intentan superar...
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Hunter salió corriendo de su habitación y buscó a Katinka. Min Jae lo acompañó.
Katinka estaba en el living, revisando un libro antiguo que San le había prestado.
Al verlos aparecer, Katinka sonrió. Se veía muy cansada.
―Hola, chicos ―los saludó con amabilidad―. San me dijo que sus amigos encontraron a Jin Sik. Enhorabuena.
Antes de que Hunter pudiera hablar, la puerta de entrada del apartamento se abrió y San apareció.
―Katinka, no creas lo que dicen estos chicos ―exclamó, furioso.
―Todavía no han dicho nada ―le espetó Katinka, disgustada. Luego volvió a mirar a Hunter y a Min Jae―. ¿Querían decirme algo?
Min Jae asintió con la cabeza y luego miró a Hunter.
―Noona, una vidente dijo que morirás si haces el exorcismo ―confesó Hunter de sopetón.
Katinka frunció el ceño, confundida.
―Sólo era una charlatana que quería asustarnos ―replicó San, fulminando a Hunter con la mirada―. No les hagas caso, Tinka.
―Siempre he tenido claro que puedo morir haciendo este exorcismo ―sentenció Katinka, sorprendiendo a todos―. Los exorcistas normalmente corren ese riesgo.
―¿Cómo lo sabes? ―inquirió San, perplejo.
―Me encantan las películas de terror, bobo ―replicó Katinka―. ¡Deberías saberlo!
San estuvo a punto de replicar, pero Hunter lo interrumpió.
―La vidente no habló sobre tu muerte como una posibilidad, sino como un hecho ―insistió a Katinka.
Ella se encogió de hombros.
―No me importa. Quiero ayudar de todos modos.
―¿Estás loca? ―chilló Min Jae, exasperado debido a la aparente indiferencia de Katinka respecto a su propia muerte―. ¿No te da miedo morir?
―Claro que me da miedo, como a todo el mundo. Pero la vida de un chico de dieciocho años está en juego.
―¿De verdad estás poniendo en riesgo tu vida por Jin Sik, un chico a quien ni siquiera conoces? ―cuestionó Min Jae, suspicaz―, ¿o en realidad es Choi San el motivo por el que quieres hacer el exorcismo?
―San no merece tu sacrificio. Te mintió, ¿recuerdas? ―agregó Hunter, antes de que Katinka pudiera responder―. Por favor, ven con nosotros. Regresa a tu hogar.
Extendió la mano hacia Katinka, esperando que ella la tomara. Sin embargo, ella no se movió.
―No se trata de San, chicos ―dijo.
―¿Entonces? ―insistió Min Jae.
Katinka suspiró profundamente.
―Haré el exorcismo. Fin de la discusión, ¿de acuerdo? ―les espetó, con más rudeza de la que pretendía.
Hunter y Min Jae se miraron entre sí.
―Eres muy valiente, Noona ―murmuró Hunter, sonriendo con tristeza. Era evidente que Min Jae y él habían perdido la batalla.
―Todo saldrá bien ―le aseguró Katinka, devolviéndole la sonrisa―. Pronto tendrán a Jin Sik de vuelta y sus vidas volverán a la normalidad.
―Gracias ―dijeron Hunter y Min Jae al unísono, haciendo reverencias en señal de respeto.
―Ahora vayan a un lugar seguro ―les aconsejó Katinka.
Hunter no quería marcharse. Todavía abrigaba la esperanza de que Katinka cambiara de opinión, aunque era evidente que ella ya había tomado una decisión.
Min Jae tomó la mano de Hunter y lo arrastró hacia la salida. Antes de abandonar el departamento, Hunter miró atrás por última vez y vio a Katinka leyendo nuevamente el libro que sostenía entre sus pequeñas manos.