| 𝟏° 𝐂𝐡𝐚𝐭 𝐝𝐞 𝐱𝐢𝐤𝐞𝐫𝐬 | Fanfiction
| 𝑺𝒊𝒏𝒐𝒑𝒔𝒊𝒔 |
Hunter, de 17 años, acaba de debutar como idol en un grupo de k-pop llamado "xikers". Junto con su mejor amigo, Min Jae, quien además es el líder de la agrupación, intentan superar...
―Habla por ti... ―susurró Yeo Sang, desviando la mirada.
Woo Young se giró hacia su amigo y lo miró como si fuera la primera vez que lo veía.
―¿Qué?
―¿Quién es Katinka? ―preguntó Se Eun. Miró con desconfianza a Chanty, y luego la señaló―: ¿Es ella?
La idol negó enérgicamente con la cabeza.
La repentina aparición de Ju Yeon dio por terminada la discusión. El vampiro tenía una expresión triste en el rostro. Era evidente que traía malas noticias.
―Katinka murió ―dijo sin rodeos.
La noticia afectó a todos los presentes, incluso a quienes no habían tenido la oportunidad de conocer a Katinka.
Yu Jun se cubrió la boca con la mano. Jung Hoon y Hyun Woo se abrazaron. Chanty empezó a llorar. Se Eun sintió que sus piernas temblaban.
―¿Y Jin Sik? ―preguntó Hunter, con lágrimas en los ojos―. ¿Está...?
No fue capaz de preguntar si estaba vivo. Le daba miedo oír la respuesta.
―El demonio fue exterminado ―informó Ju Yeon―. Jin Sik está vivo, pero sigue inconsciente. Es probable que necesite atención médica. No tiene buen aspecto.
―Llamaré a una ambulancia ―dijo Min Jae. Afortunadamente, su celular había vuelto a funcionar.
―También deberíamos llamar a la policía... ―añadió Hunter.
―Voy a buscar a Jin Sik ―dijo Niran.
―¿Te acompañamos? ―inquirió Hunter.
―Me muevo más rápido solo.
Cinco minutos después, Niran regresó cargando a Jin Sik entre sus brazos. Tal como Ju Yeon había dicho, la apariencia de Jin Sik no era la mejor. Su rostro estaba cubierto de quemaduras superficiales, suciedad y pequeños cortes.
De pronto, las puertas del ascensor se abrieron y Hong Joong hizo acto de presencia; Min Gi y Jong Ho venían con él. El líder de ATEEZ fue directamente hacia su "primo", quien se había quedado paralizado al verlo.
―¿Estás bien? ―le preguntó Hong Joong a Min Jae, examinándolo de arriba a abajo como si fuera su madre.
Min Jae creyó ver genuina preocupación en los ojos de Hong Joong, pero no podía estar seguro. Su confianza en él se había esfumado, y probablemente nunca regresaría.
―Sí ―respondió―, pero...
Sin embargo, antes de que pudiera terminar de hablar, Hong Joong le dio un cálido abrazo.
―No puedes imaginar lo preocupado que estaba por ti ―confesó, derramando algunas lágrimas―. Eres mi familia. No puedo perderte.
Su afirmación casi logró que la aversión que Min Jae había comenzado a sentir por él se esfumara. Casi.
―No quiero ser pariente de un vil asesino ―replicó Min Jae con voz gélida―. Ahora suéltame.
―Ya lo oíste ―dijo Hunter amenazadoramente. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera para proteger a Min Jae. No obstante, su intervención no fue necesaria, puesto que Kim Hong Joong se separó inmediatamente de Min Jae, horrorizado por la grave acusación que había recibido.
―¿Por qué piensas que soy un asesino? ―inquirió Hong, visiblemente dolido.
―Sabemos que Park intentó matar a Katinka, y es obvio que estuviste relacionado con eso ―respondió Min Jae―. Además, ya sé que no eres mi primo y que has estado mintiéndome durante años. ¿Qué clase de persona hace algo así? Un loco, un psicópata.
Hong Joong se quedó sin palabras. No tuvo la fuerza suficiente para contradecir a Min Jae. Uno de sus mayores miedos se estaba haciendo realidad. La rabia y el miedo que irradiaban los ojos de Min Jae le producían un tipo de dolor que jamás había sentido.
―Hey, más respeto, mocoso ―intervino Woo Young―. Joonggie no es un asesino ―agregó―. Él realmente se preocupa por ti y por todos nosotros, incluso por Katinka.
―Sí, claro. Por eso Katinka está muerta ―replicó Min Jae.
―¡Joonggie vino aquí para intentar evitar su muerte! ―gritó Woo Young, perdiendo la paciencia.
―Tú también eres un monstruo ―sentenció Hunter, mirando a Woo Young con desprecio―. Todos ustedes lo son. Parece que el grupo ATEEZ sólo es una fachada.
―Váyanse de aquí ―les ordenó Min Jae a Hong Joong y a Woo Young―. Tenemos que ocuparnos de Jin Sik. No tenemos tiempo para monstruos ni asesinos. Ya hemos soportado demasiado.
Hong Joong dudó un segundo, pero luego asintió suavemente con la cabeza. Tomó la mano de Woo Young y ambos se dirigieron a la salida. Min Gi, Jong Ho y Yeo Sang los siguieron.
―Estás equivocado, niño ―masculló Min Gi al pasar junto a Min Jae, pero el chico lo ignoró.