| 𝟏° 𝐂𝐡𝐚𝐭 𝐝𝐞 𝐱𝐢𝐤𝐞𝐫𝐬 | Fanfiction
| 𝑺𝒊𝒏𝒐𝒑𝒔𝒊𝒔 |
Hunter, de 17 años, acaba de debutar como idol en un grupo de k-pop llamado "xikers". Junto con su mejor amigo, Min Jae, quien además es el líder de la agrupación, intentan superar...
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Al otro lado del océano, los miembros de ATEEZ estaban desayunando en una lujosa habitación de hotel. Habían llegado a Chicago la noche anterior. Tenían agendado un concierto en esa ciudad dentro de algunas horas, por lo que se pondrían en marcha en cuanto terminaran de desayunar.
De pronto, alguien golpeó la puerta. Hong Joong se puso de pie y fue a abrir. Afuera, en el pasillo, estaba Ji Han. Meses atrás, Hong Joong lo había contratado para vigilar a Katinka.
―Buenos días, Ji Han ―saludó Hong Joong, extrañado―. ¿Qué sucede? ¿Por qué estás aquí? ―inquirió rápidamente― ¿Acaso olvidé informarte que ya no requerimos tus servicios como guardaespaldas? ―añadió, con una nota de culpabilidad en su voz.
―Alguien quiere hablar con ustedes ― dijo Ji Han sombríamente, ignorando las preguntas de su antiguo jefe.
―¿Quién?
―Una chica.
―Probablemente es una sasaeng ―replicó Min Gi, quien también se había acercado a la puerta.
―Ella quiere hablar con ustedes sobre Choi San ―agregó Ji Han, sabiendo de antemano que sus palabras causarían conmoción en el grupo de chicos.
En cuanto escuchó el nombre de su mejor amigo, Woo Young se levantó de la mesa, haciendo que la silla cayera al suelo con estrépito.
―¿Acaso esa chica sabe dónde está Sannie? ―preguntó, esperanzado.
―Cariño, no sabemos si... ―empezó a decirle Hong Joong, pero su novio no lo escuchó.
―¿Dónde está la chica? ―preguntó Woo Young.
―En el vestíbulo principal ―informó Ji Han.
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Los siete integrantes de ATEEZ, liderados por Woo Young, cruzaron los pasillos del hotel a toda velocidad. La ansiedad de todos era tan intensa que olvidaron tomar el elevador.
Cuando finalmente llegaron al vestíbulo principal, descubrieron que estaba vacío. No había un alma allí. Ni siquiera estaban los empleados del hotel.
―Esto parece una trampa ―masculló Yeo Sang, adoptando inmediatamente una postura de combate.
―¿Hola? ―gritó Woo Young, mirando en todas direcciones―. ¿Hay alguien aquí?
Entonces escucharon unos pasos apresurados a sus espaldas. Seong Hwa fue el primero en darse la vuelta para ver de quién se trataba.
―No ―gimió, cubriéndose el rostro con ambas manos―. ¡Mis ojos se queman! ¡No, no, no, no, no, no! ¿Qué hice para merecer esto?
