𝟕𝟬: 𝑒𝑛𝑑 𝑜𝑓 𝑡𝑖𝑚𝑒 | 𝟸

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―Deberías rendirte ―murmuró Hunter. Se había sentado en el suelo y mantenía sus ojos cerrados, en un intento por esconderse de la agobiante oscuridad.

Mientras tanto, Min Jae golpeaba las paredes de metal una y otra vez, mientras gritaba con todas sus fuerzas:

―¡Estamos aquí! ¡Ayuda!

―Minnie, basta ―suplicó Hunter.

―Tal vez alguien nos escuchará ―replicó Min Jae con terquedad.

―Te lastimarás las manos si continúas ―le advirtió Hunter.

―No puedo quedarme sin hacer nada. Tengo que sacarnos de aquí ―dijo Min Jae, decidido.

―Bueno, pero puedes continuar más tarde. Ven a sentarte junto a mí.

―¡Ni siquiera puedo verte!

El celular de Hunter también se había apagado inexplicablemente, por lo que la oscuridad era casi total. A pesar de ello, Min Jae encontró la manera de sentarse junto a su amigo.

De repente, escucharon un grito proveniente de los pisos superiores.

―¿Crees que el exorcismo haya funcionado? ―preguntó Min Jae.

―No ―respondió Hunter―. No lo sé ―añadió rápidamente, empezando a temblar―. Pero estoy seguro de que tuvo algo que ver con el corte de luz.

―Abandonamos el apartamento demasiado tarde ―se lamentó Min Jae.

―Todo sucedió tan rápido..., apenas tuvimos tiempo para marcharnos... ―murmuró Hunter.

Min Jae suspiró, y luego apoyó su espalda contra la pared de metal. Hunter volvió a tomar la mano de su amigo.

―No quiero sonar dramático, pero... ¿crees que muramos aquí? ―preguntó Hunter.

Era la primera vez que Min Jae percibía miedo en la voz de Hunter.

―No. O sea, ¿cómo podríamos morir? ¿Piensas que nos quedaremos en este ascensor para siempre? Algún día vendrán a rescatarnos. 

Hunter no respondió.

―Bueno, de todos modos, supongo que hay peores formas de morir que atrapado en un ascensor con tu mejor amigo ―comentó finalmente, esbozando una sonrisa triste.

Min Jae no supo qué decir. Se preguntó si realmente Hunter y él morirían allí. Porque si era así..., si era la última vez que hablaba con su mejor amigo..., tenía muchas cosas que decirle.

―Hunter... ―susurró, pero fue incapaz de continuar.

―¿Sí?

Min Jae estrechó con suavidad la mano de Hunter.

―Hay algo que... quiero decirte.

―Yo también.

Min Jae se sorprendió.

―¿En serio?

―Sí.

―Bueno, pues tú primero.

Hunter suspiró y luego hizo una confesión:

―Era mentira que necesitaba ayuda con las palabras. No me resultó tan difícil aprender coreano.

Min Jae se rió.

―Entonces, ¿por qué me decías que eras incapaz de hilvanar frases?

―Porque quería pasar más tiempo contigo ―admitió Hunter, avergonzado.

―Oh.

Min Jae no comprendió la incomodidad de Hunter. La historia tenía un final feliz. La mentira de Hunter hizo que ambos se fueran volviendo cada vez más cercanos hasta convertirse en los mejores amigos que eran en la actualidad. 

De repente, Min Jae se sintió horrorizado al pensar que había estado a punto de arruinar la amistad más importante en su vida con una ridícula confesión.

―Ahora es tu turno ―le recordó Hunter. Sonaba esperanzado. 

―He cambiado de opinión ―dijo Min Jae―. Creo que no tengo nada que decir.

Entonces, de improviso, la electricidad regresó. Min Jae se sintió aliviado. Temía que Hunter hubiera notado que estaba mintiendo. 

𝑯𝑼𝑵𝑻𝑬𝑹 𝑮𝑨𝑵𝑮 😎| 𝚡𝚒𝚔𝚎𝚛𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora