Las palabras

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8 meses...

Clara está sentada en el sofá con una álbum de fotos en la mano, mientras se acaricia la barriga.

Clara— (hablando consigo misma) ¿Por qué tuviste que morirte papá ? Si estuvieras aquí, sabrías cómo calmarme.

En ese momento, suena el timbre de la puerta.

Clara— (suspira) Ya voy.

Se levanta del sofá y camina hacia la puerta. Al abrir la puerta, ve a su novio, Pablo...

Gavi— ¡Hola guapa! (le da un beso)

Clara— (sonríe) Hola amor, ¿qué haces aquí?

Gavi—Necesitaba verte, ¿ya estás lista? Mañana nos mudamos.

Clara— (pone los ojos en blanco) ¿Por que me tuve que embarazar? si no, no me tendría que mudar.

Gavi— (suspira) Clara... no empieces ¿si? De igual forma, algún día de nuestra vida tendríamos que vivir juntos.

Clara—(Estresada) Si, Gavi, lo que tú digas. Las maletas están arriba, yo no las voy a bajar.





(..........)

En toda la noche Clara no pudo parar de pensar en su madre, aunque le dolía recordar lo que había hecho Larissa, ella quería saber, como estaba...

—————————-

Clara decidió ir a visitarla al día siguiente, la esperaba en la sala de visitas mientras su madre, Larissa, es traída por un guardia de seguridad. Larissa tiene las manos esposadas y una expresión fría.

Clara—(mira a su madre) Hola mamá.

Larissa— (frustrada) ¿Qué haces aquí?

Clara—(toma asiento) Quería venir a verte, después de tanto tiempo.

Larissa—(se ríe) ¿Después de todo lo que pasó? ¿Después de que me metieran a la cárcel?

Clara— (se siente incómoda) Ya lo sé mamá, pero... más allá de eso, eres mi madre.

Larissa— (sarcástica) La madre del año.

Clara— (suspira) ¿Cómo estás?

Larissa—(se encoge de hombros) ¿Ahora si te importo? Después de que me dijiste que me querías lejos. Pero bueno, aquí, en la cárcel, ¿qué más se puede esperar?

Clara— (trata de cambiar de tema) ¿Sabías que estoy embarazada?

Larissa—(mira a su hija) Sí, lo oí por la televisión.

Clara—(sonríe) Es un niño.

Larissa—(frunce el ceño) Eso es todo lo que faltaba, otro hombre en tu vida.

Clara— (se molesta) ¿De qué estás hablando?

Larissa—(se levanta) Como si no supiera lo que pasa en tu vida.

Clara— (también se levanta) ¡No sabes nada de mi vida!

Larissa—(se acerca) Te arruiné la vida, y ahora ese bebé te la arruinará a ti.

Clara comienza a llorar mientras Larissa se sienta en su lugar, con una sonrisa sarcástica.

Clara—Tienes razón, me arruinaste la vida matando a mi papá, por eso estas encerrada aquí, y tuviste que estarlo desde antes.

Larissa—Te confieso que yo realmente no te quería tener, pero tú papá me forzó. Nunca ame a tu papá, por eso me metí con otro hombre. Pero con tal de que la niña estuviera feliz, pues no pude decir nada. Entendí que... la felicidad va primero, y si pudiera regresar el tiempo te abortaría y seguiría con mi vida.

Las lágrimas en el rostro de Clara comenzaron a caer, el embarazo la ponía mucho más sensible, sintió como su corazón se rompía en pedazos, por los comentarios tan hirientes de su madre.

Clara—Definitivamente eres un monstruo, yo he venido por qué quería darte una segunda oportunidad, me siento tan sola sin el apoyo de la única persona que suponía que le importaba.

Larissa—¡Por dios! No seas ridícula, si tú no me querías desde hace un rato. Pero ahí tienes al papá de tu hijo, el seguro te quiere. O al menos que esté contigo solo por el bebé. Dime Clara, ¿esta por la panza o porque si le gustas?

Clara se queda callada...

Larissa—¿No me puedes responder? Si no lo querías traer al mundo, te hubieras desecho de él, no quieras agradarle a los demás. Ahora de aquí en adelante te tendrás que hacer cargo de ese niño, perderás tu tiempo, te vas a desgastar.

Clara—No te pienso escuchar más. Ojalá y te pudras aquí dentro, oficialmente para mi estas muerta.

Larissa—Vale, entonces no quiero que regreses aquí. Ojalá no necesites tomar pastillas, para no volverte loca por tener un niño.

Clara miro a su mamá rota, no le cabía en la cabeza, como era tan mala.





Clara regreso a la nueva casa, Pablo todavía no llegaba, así que aprovechó para darse un baño y volver a acostarse en la cama. Se quedó pensando en lo que su madre le dijo. Después de un rato Gavi entra a la habitación.

Gavi—(se sienta en la cama) Ya llegue, ¿cómo te fue en el hospital?

Clara— (con voz temblorosa) No fui al hospital, fui a visitar a mi madre hoy en la cárcel.

Gavi—¿Por qué no me dijiste? Te hubiera acompañado, no sabes lo que te puede hacer.

Clara—Por lo mismo, porque no me dejarías ir sola, de igual forma fue una pérdida de tiempo.

Gavi—¿Qué ha pasado?

Clara—(suspira) Me dijo cosas hirientes, cosas que no debería decirme.

Gavi— (la abraza) No permitas que te afecte, ella no sabe lo que dice.

Clara— (se acuesta en su hombro) O tal vez si.

Gavi—¿Qué dices?

Clara—Nada, solo me dijo que el bebé me arruinará la vida, como ella se arruinó la suya cuando nací.

Gavi—(furioso) Pero que hija de puta, Clara, no dejes que sus comentarios te afecten, tú eres fuerte, y vas a ver que en cuanto nazca el bebé, todo será diferente.





Larissa prácticamente le lava el cerebro a Clara.

 Eso de olvidarte nunca lo aprendíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora