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Otro días más en el mar negro y todos los pecadores presentes ahí solo podían pedir que su tortura terminase de una vez y pedían ya por llegar a tierra firme.
—¡Alastor, que bueno ver que ya estas mejor!— Apareció Charlie de la nada muy preocupada pero con una sonrisa.
—¿De que hablas...? Estoy perfectamente.— Dijo fingiendo una gran sonrisa como de costumbre.
—¿No estabas mal...? ¿Entonces porqué vi a Pino moverse toda la noche con un tachito de agua y paños...?—
—¿Hmm...? No tengo la menor idea de que me estarás hablando, yo estoy perfectamente bien, Debes de saber que "Pino" es un tanto excéntrico. No deberías preocuparte por esas cosas.— Respondió calmado y como si nada.— Yo enfermo, menuda tontería.— Dijo pasando por el lado de Charlie e ir a la cubierta del barco y reposar sobre el barandal fijando su vista en la nada y solo pensar.
—¿No estabas mal...? ¿Entonces porqué vi a Pino moverse toda la noche con un tachito de agua y paños...?—
Solo recordaba quedarse dormido tras intentar "eso" nuevamente, la fiebre le había arruinado el momento y a la mañana al despertar no se encontró con "Pino" Pero ya estaba algo mejor. Eso le resultó complicado y solo optó por ponerse de pie e ir al baño y ver que todo estaba en orden a pesar de tener aún la temperatura algo Alta.
Ya era de tarde y no lo encontraba, ¿Dónde se había metido?
—Y bueno... ¿Qué me dices?— Angel apareció charlando con una... ¿sombra...?
—Eso suena muy interesante... tal vez debas enseñarme un poco de eso...—
—Claro que si Lindura, nos vemos luego Pinpin— Se despidió Angel lanzando un beso de Despedida e irse.
—Mmm...— Al instante su tono de felicidad y empatia se fue, camino hasta el borde del barco sintiendo una mirada sobre el y sin más se dejó caer.
Alastor al ver como se lanzó se acercó a esa parte del barco y buscarlo con la mirada, no había nada.
Pero en ese momento le tomaron de la mano y le dieron la vuelta acorralandole contra la baranda.
—¿porque me espiabas...?— Pregunto en un tono agotado.— Deberías estar descansando... no caminando por los alrededores... te dará una recaída...— Dijo jalandole de la mano y llevarlo (más bien arrastrarlo) de regreso a la habitación, con el claro cuidado de que nadie los viera, sabía que a Alastor tenía una reputación que no le permitiría ser visto así.— Ve a Descansar..........— Ordenó entrando junto con Alastor a la habitación y recostarse en la puerta de espaldas.
—¿Eso no aplicaría para ti también?— Pregunto un tanto burlón tomando asiento sobre la cama y recostarse.— "¿Pino...?"— Llamo más no recibió respuesta y solo se volvió a poner de pie y acercarse al más alto y quitarle la máscara lentamente.— Wow...— Estaba asombrado sin duda al ver al contrario que estaba dormido sobre la pared con la brazos cruzados.