40: Cafeteria.

2.5K 347 33
                                    

Vivir una vida normal, pero con problemas económicos no era lo mejor, así que cumplidos sus 20 se encaminó a diferentes lugares para darle una mejor vida a su madre. Se marchó a un lugar que ofrecía más, terminando en Nueva Orleans-Luisiana con una gran propuesta de trabajo en un centro de gastronomía que estaba al lado de una vía de radio al parecer ya algo antigua y anticuada.

Disculpe, estoy aquí por una propuesta laboral. —Dijo calmado al encargado de ese local. Más el jefe le indico que necesitaban a alguien para atender el local y de paso cuidarlo en las noches ya que muchos se querían colar al local.—Muchas gracias.— Tomo el trabajo sin dudarlo mucho y llevo un tiempo trabajando en ese lugar, de manera increíble escucho que muchos estaban invirtiendo en la bolsa de valores, ya que decían que la economía estaba muy buena.

Ofrecieron lo mismo a Marionett, pero este se nego, puesto que no era originario de ese lugar, sin mencionar que enviaba una parte de su dinero a su madre que seguía en Londres.

.

Todo andaba bien en su trabajo, atendiendo a los clientes y ese tipo de cosas hasta que un día mientras barría el exterior del local escucho fuertes gritos y sonidos que indicaban que había una pelea, con cuidado se acercó a ver que sucedía.

—¡Entrega lo que te robaste!— Exigió un hombre con pistola en mano a alguien que estaba oculto entre los contenedores de basura.

—¡Yo no robe nada!— Grito el que estaba entre los contenedores. —¡Solo recupere lo que me pertenece!— Explico en un grito aferrándose a algo entre sus manos.

—Maldito ladrón. — El hombre estaba por disparar y el otros se encogió esperando el disparo, pero al contrario, el hombre cayó al suelo inconsciente tras recibir un fuerte golpe con una escoba.

Este tipo de gente es muy problemática, ¿no crees?— Dice con una sonrisa calmada  mientras sujeta el arma y la tira al contenedor de basura. —¿Te encuentras bien?— Pregunto extendiendo su mano al joven que se encontraba aún entre las bolsas de basura apretando algo en su pecho. El joven estaba mal herido, tenía en su rostro con marcas de golpes, cortaduras, se veía delgado, algo demacrado, con ropas que parecían arapos llenas de tierra y en algunos puntos su piel terminaba descubierta por la ruptura de sus ropas.

—Aléjate.— Rechazo la ayuda con un manotazo, estando alerta.

Como sea, no luces bien niño.— tose un poco y luego se da la vuelta.— Si quieres algo de tomar, la cafetería de al lado está a mi cargo.— Dice alejándose lentamente mientras tose levemente.

Volvió dentro de la cafetería y continuo arreglando el lugar, el invierno estaba comenzando y no era muy resistente que se diga, sabía que se iba a enfermar más de lo que ya estaba afuera así que volvió dentro del local a encender la estufa y continuar limpiando.

La campana del local sonó llamando la atención de Marionett.

Voy enseguida.— Dijo tosiendo un poco a la vez que salía de la cocina y veía a quien estaba parado en el mostrador. — así que si tuviste la valentía de venir.— Se cubrió la boca tosiendo un poco más.— ¿Qué gustas servirte?— Cuestionó tranquilo.

—Las sobras si es que tienes.— Dice actuando de manera más relajada y algo débil.

—Un café caliente y unas donas.— Se dirige a preparar lo que dijo en la cocina con calma, para luego salir y dárselo al joven. — Puedes tomar asiento si gustas.— Habla con calma.

El joven se sentó y pareció analizar la comida.

—No tengo dinero para pagarte.— Dijo mirando a Marionett.

Que lastima, entonces yo invito.— Dijo tranquilo mientras se ponía a limpiar el mostrador.

—¿No me echaras?— Pregunto expectante.

¿Porqué lo haría?— Pregunta tosiendo un poco para luego sentarse en una de las sillas del mostrador. —Estoy en posición de ayudar, así que lo haré, ayudare con gusto. Aunque sea un poco. — Tose un poco más fuerte.

—¿Estás enfermo?— Pregunto tomando un poco de café calentito con calma.

Siempre estoy enfermo.— Responde poniéndose de pie y dejar el trapo de lado y tomar asiento al lado del joven.— Puedes comer todo lo que quieras, no te contengas. — Dijo mirando al joven.

Después de unos momentos el joven comenzó a comer rápidamente sin preocuparse por ser visto de mala manera, pero pese a que comía rápido lo hacía con delicadeza.

Marionett sonrió y fue a traer un poco más de masas para el joven, el cual comió sin importarle nada a su alrededor.

Marionett vio que finalmente se poso la hora de apertura del local a lo que fue a cambiar el letrero de cerrado a abierto.

Vaya... ¿quieres un poco más de comida...?— Pregunto poniéndose un delantal.

—No gracias, ya estoy lleno.— El joven sonrió, pero luego le entró la duda.— ¿Porqué me ayudaste?— Cuestionó confundido mientras se limpiaba la boca.

—Porque podía hacerlo, además el jefe no viene y el que esta a cargo soy yo, sin mencionar que se lo que se siente pasar hambre y necesidad.— Tose un poco y se toma la cabeza y usa una de las mesas como apoyo para no caerse.— es así de simple.— Se arregla la ropa.— ¿Puedo saber tu nombre?— Pregunto con una sonrisa amable.

—...— Dudo unos momentos, aunque el era un emigrante que terminó en el lugar de pura casualidad de la vida.— Alastor, solo Alastor. ¿Cómo te llamas tu?— Cuestionó poniéndose de pie.

—Marionett.— Dijo mirando a los ojos a Alastor. —Un placer, Alastor.

 ℂ𝕒𝕫𝕒𝕕𝕠𝕣 𝕪 ℙ𝕣𝕖𝕤𝕒 || Seme! Male x Alastor [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora