ℂ𝕒𝕫𝕒𝕕𝕠𝕣 𝕪 ℙ𝕣𝕖𝕤𝕒 || Seme! Male x Alastor [+18]

35: ᴛᴜ ʀᴇɢᴀʟᴏ

(Abre tus ojos y muere.)

—Mar... mírame hijo mio...— Pidió la voz entre un montón de eco.

Mar permanecía de rodillas con la cabeza agachada y los ojos cerrados. Ignoro la voz y simplemente permaneció así por más tiempo. Hasta que la voz comenzó a ofrecerle todo tipo de cosas... Le ofreció regresar con quien amaba...

—Cállate... no me importa tu ofrecimientos. Sabes que no me interesa... y vete de una vez.—  Exigió Marionett sin abrir los ojos y permanecer en la misma posición.

—Haz cambiado mucho... hijo mio. Pero ya no posees siquiera un alma noble. No desde que esa mujer de los pueblos bajos te salvo... aun pudiendo hacerlo tu.

—Querías una expedición al mundo humano... solo hice un buen trabajo.—

—Siempre hiciste un buen trabajo. Un ángel ejemplar y digno de un buen título y posición en el cielo... alguien Que me obedecía ciegamente sin cuestionar nada.—

—Siempre tuve los ojos cerrados en especial con tu presencia. No importaba cuando me esforzará nunca me veías... solo era un ángel más que buscaba la aprobación que nunca me diste... y ahora dices todo lo contrario. — Contuvo el aire en sus pulmones sin querer seguir hablando.—Nunca me quisiste más que para tus propios lucros al igual que mis hermanos... y cuando finalmente logré tener una vida entre los humanos... aun pese a que me decías que ellos siempre serían los malos por no poder ver tu grandeza y no poder seguir tu camino de luz...— Dejo salir el aire.— Ve a engañar a alguien más.—  Le respondió.

—¿Y eso que importa ahora...? Solo quiero a mi hijo de regreso.—

—Deje de ser tu hijo cuando me desterraste al mundo humano como mortal con una herida incapaz de sanar.— Llevo sus manos a su garganta.— y hiciste que muriera de una forma horrible y dolorosa.—

—Esa fue tu elección. Yo no tuve nada que ver.— Se expreso la voz.

—¡¡HICISTE QUE ME ARRANCARAN LOS OJOS!!— Grito abriendo finalmente los ojos mostrando tan solo una profunda oscuridad en sus cuencas donde un líquido negro chorreando lentamente por sus mejillas descendió al suelo y se volvió fuego.

—Problemas técnicos, sabes que te puedo regresar tu corazón.—

—Mi corazón lo tiene Lucifer, y no creo que quiera dártelo a ti.— Dijo desafiante.

—Te dejaré regresar con quien amas, eso seria un regalo para ti, ¡querido hijo!— Ofreció.

—Dije que no quiero nada tuyo.— Marionett estaba decidido.

—Hijo... sabes que solo quiero lo bueno para ti~ lo único que me importa eres tu...~—

—Claro, como los otros cientos de mis hermanos.— Rodo los ojos.

—Ellos están a mi lado, pero tu eres un hijo que se marchó junto a su hermano a un lugar, hostil, marchito y carente de las buenas enseñanzas que te di aquí... te concederé un deseo, ¿si?—