ℂ𝕒𝕫𝕒𝕕𝕠𝕣 𝕪 ℙ𝕣𝕖𝕤𝕒 || Seme! Male x Alastor [+18]

57: El último beso.

Pese a los inconvenientes y los detalles que sufría la alma de Marionett, lograron casarse ambos, viviendo momentos muy preocupantes y otros muy felices juntos.

Viendo como su hija crecía y formaba una familia, un lado aparte de ellos pero siempre teniéndolos presentes.

Y eso llego a un punto que estuvieron viviendo y amándose juntos por más de eones en el infierno. Hasta que su tiempo sabrían que se dio a concluir cuando el alma de Marionett comenzó a fragmentarse en un tranquilo día de verano.

Alastor junto a Marionett quedaron pasmados, por unos momentos no lo entendieron y ambos tenían mucho miedo de lo que estaba aconteciendo en ese momento: Alastor espectante y conmocionado al ver como su ser amado lentamente desaparecía frente a sus ojos, el miedo, La impotencia de no saber que hacer.

Mientras que Marionett sufría al ver el desconcertó de Alastor, pero aún así, se atrevió a besar a Alastor en sus pocos instantes juntos, lo beso con amor, con pasión, recelo y sobre todo con todo de si mismo.

No se dijeron palabras algunas, no salio nada de sus labios que emitiera sonido más que el constante sonido de muerte y maldades en el infierno que llenaba en ambiente.

Alastor cerró los ojos y pasó sus manos por los hombros de Marionett, abrazarlo del cuello y devolverle el beso por fervor y mucho amor que nunca supo transmitir hasta ese momento en el cual tocaba despedirse de su ser amado.

El beso parecía eterno mientras Marionett bajaba las manos y abrazaba a Alastor sin soltarse del beso.

Solo ellos dos en la tenue luz del infierno, solo ellos dos se encontraban en su momento antes de la despedida.

Y finalmente cuando se separaron del beso, la frente de Alastor y la de Marionett se juntaron, ambos mirándose con una mirada de nostalgia, tristeza y miedo, miedo porque no sabrían si volverían a verse, o si podrían volver a reconocerse si se volvían a encontrar, tal vez no en una siguiente vida, tal vez en unas muchas más, tal vez en otro universo, en otro mundo, ambos puedan volver a estar juntos y volver a amarse como lo hicieron en un lugar sombrío y marchito como lo era el infierno.

Un simple gemido por parte de Alastor se emitió, demostrando el miedo y dolor mientras enlazaba sus dedos con los de Marionett que lentamente comenzaban a volverse polvo.

El silencio volvió a reinar entre ellos. Alastor quito hablar pero Marionett lo callo con un dedo en los labios, indicando que no había no había necesidad de palabras.

Y entre el cruce de sus miradas se dijeron todo lo que quisieron, lo que amaron, lo que sin duda nunca olvidarán. Un torrente de recuerdos y momentos vividos se cruzaron en sus memorias dejando el ambiente más nostálgico y apesumbrado.

Uno últimos momentos para compartir, entrelazados sus manos. Y en una sonrisa Marionett retrocedió un paso, notando con la luz que reflejaba que ya no quedaba más tiempo.

Pero de un rápido paso hacia adelante, beso a Alastor y fue en ese momento donde las lagrimas finalmente brotaron.

Ninguno de los dos querían que ese fuera su último beso, no querían separarse aunque se quedarán sin aire, hasta que el tiempo termino.

Alastor dio un paso adelante tratando de sostener a Marionett en un último acto de amor, pero lo único que quedo fue el anillo y la cinta negra que usaba Marionett en las manos de Alastor.

No quedo más, las lágrimas cayendo al igual que los ánimos de Alastor de descendió al suelo de rodillas, no grito, solo lloro en silencio, guardando su tristeza para si mismo y en su silencio guardando su pérdida de amor.

Acorralo el anillo y la cinta contra su corazón, de algún modo buscando un calor que ya no existía, y del cual solo quedaban recuerdos y una promesa firmada con un beso en silencio, de volverse a encontrar en otra vida, una promesa tonta, ¿verdad? Porque nadie sabe si hay una reencarnación o una segunda oportunidad, pero en esos momentos, era lo único que podría legar a mantener a Alastor en un estado de estabilidad.