Lo que al principio la mayoría del hotel pensó que sería el fin para todos, fue todo lo contrario, Marionett y Alastor ayudaban los dos de manera activa en el hotel, logrando atraer a más pecadores que tenían un poco de interés en redimirse.
Charlie y los demás no podían dejar de sonreír o sentirse felices con sus nuevos logros e innovación.
Por otro lado, Angel al ya no estar atado a Valentino pudo finalmente consumar una relación estable con un cantinero de mal humor.
Y claro sin olvidar a Alastor y Marionett, vivían con más tranquilidad, pese que debes en cuando a alguno de los dos les daba su momento esquizofrenico, todo estaba perfecto.
Inclusive en las noches compartidas donde Alastor apenas podía contener sus gritos viéndose obligado a usar una mordaza la mayoría de ocasiones, y al día siguiente unas muletas o ayuda para caminar, o mayoría de veces prefería ser cargado por Marionett.
En cuanto, al día de su aniversario. Marionett se llevó a todos los presentes del hotel al central de la ciudad.
Le cubrió los ojos a Alastor y le enseñó un nuevo edificio exclusivo para las transmisiones de radio de Alastor.
Pero pese a que todo fuera felicidad y una racha de buena fortuna, no siempre eso iba a ser eterno, y eso, Marionett se dio cuenta cuando las señales comenzaron a mostrarse.
Simplemente todo se volvió monótono y repetitivo, amaba a su familia, su vida, peor el contenerse y fingir que todo estaba bien lo estaba consumiendo.
No se dio cuenta en que momento volvió a usar una máscara, la máscara que tanto odiaba volvió a cubrir su rostro.
Al principio del uso Alastor se lo pregunto a Marionett, pero Marionett simplemente evadia la pregunta o decía que solo le estaban volviendo a interesar las máscaras como al principio, pero de caso contrario, simplemente se volvió en lo habitual y ordinario.
-¡eso es tan tierno!- Grito Charlie organizando y decorando el salón principal del hotel junto al resto de sus compañeros.- ¡¡Una propuesta de matrimonio, Alastor es impresionante!!- Grito bajando de lo alto de un salto.
-¡Ja! Claro que lo es, y es preferible que este hotelucho luzca lo mejor posible, esto es algo muy... importante.- Dijo Alastor con una sonrisa de oreja a oreja observando el anillo entre sus manos.
-¡La marionetita ya viene!- Grito Angel alertando a todos los presentes que al instante apagaron las luces y se escondieron detrás de los muebles.
-Ya volvi, no creerán lo que me pas...o...? ¿Se fueron las luces...?- Cuestionó encendiendo las luces.
Alastor apareció frente a Marionett y sin decir palabras o algo lo llevó hasta el centro del salón.
-Marionett, quiero preguntarte algo muy importante.- Dijo Alastor poniéndose frente a frente con Marionett y poniendose de puntitas para quitarle la máscara a Marionett.
-Que sucede, Cuchurrumin?- Marionett se agacho para estar frente a frente con Alastor.
-Bueno yo... ah... no se como decirlo...- Las mejillas de Alastor se tentaron lentamente en vino, nunca había estado tan nervioso u ansioso.
-¿Estás bien? No luces bien.- Dijo Marionett acercando aún más su rostro al de Alastor para inspeccionarlo más de cerca, no obstante eso puso más nervioso a Alastor.-¿Estás bien, cuchurrumin?- Pregunto Marionett sintiendo las energías de Alastor volviéndose todo un caos, y eso lo estaba empezando a afectar también a el, sin mencionar que las energías que lo rodeaban de anticipación, nerviosismo, miedo y emoción no ayudaban en lo mínimo y hacían sentir a Marionett enfermo.
Armando se de valor, Alastor comenzó a hablar y recitar sus palabras con cuidado y desliz en su vocabulario.
Hasta que al finalizar su discurso, lentamente descendió sobre una rodilla y extendió la caja con el anillo hacia Marionett.
Marionett estaba al borde del colapso, las emociones a su alrededor se intensificaron y todo a su alrededor se volvió completamente negro solo estando el, Alastor y... un montón de miradas juzgadoras, cientos de ojos sintió que los estaban rodeando y observando fijamente.
—Yo... yo...— Marionett desvió la mirada y dio un paso hacia atrás.— (Te amo, pero no estoy listo para esto...)— Pensó para sí mismo retomando un suspiro. Se forzó a sonreir— ¿Una propuesta? ¿Por eso me enviaste a comprar un juguete para Eira? Jaja... Vamos a casarnos tarde o temprano.— Marionett se puso también de rodillas y le mostró un anillo a Alastor, no estaba preparado para este acontecimiento, lo preparo pero no pensó que sería tan pronto y simplemente eso lo abrumaba, no tenía nada bajo control.
No mucho después los gritos de alegría y felicidad saltaron en alto, tanto Alastor como Marionett recibían felicitaciones y buenas vendiciones por parte de sus amigos.
Pero no obstante, Marionett solo podía sentir el pesar y dolor en su alma, adoraba y amaba a su pareja, pero aún no era su momento, todo parecía estar bien, pero nadie notaba que la alma de Marionett se estaba apagando lentamente...
Y cuando un alma se apaga completamente, ¿que sucede después?
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Se que ha pasado un tiempo, muy largo desde que publique, pero como toda escritora tengo una vida (que efectivamente no me gusta, pero tiene sus momentos "XD") PERO! sigo viva.
El fic trataré de terminarlo lo más antes posible y hacerle una copia de seguridad, especialmente por las políticas nuevas de Wattpad y también, tal vez el hecho de cambiar a otra plataforma para seguir escribiendo, no considero lo que escribo algo realmente inapropiado, pero nunca está de más prevenir.