¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pecador dormía tranquilamente aún envuelto en el sin fin de sabanas, pero tocaron la puerta a molestar obligándole a Despertar de mala gana.
—¿¡Quién demonios es?!— Pregunto sin levantarse de su lugar aún envuelto en las sabanas.
—Atención a la habitación, señor. La cena, esta servida. Debe bajar de inmediato.— Y sin más escucho como se marchaba.
—Argh...— Como pudo se pudo de pie y camino hasta el rincón donde había votado su gabardina negra y ponérsela.—¿Ah?— Se llevó sus manos a su rostro. Estaba tan cansado que ni cuenta de que con su máscara se había quedado dormido.— No importa.— Se acomodó mejor su careta y salió de la habitación rumbo a donde creía debía estar el comedor.
Vio a varios pecadores y demonios comiendo en una gran mesa, pero no le dio importancia y buscó con la mirada un asiento vacío el cual encontró a un lateral de la gigantesca mesa y con pereza se dignó a llegar hasta ese lugar.
El momento fue rápido pero aún así le erizo la piel, con tanto que le había costado calmarse y ahora que esa sensación regresara de la nada cuando un par de demonios pasaron por su espalda.
Volteo de reojo y vio al demonio alto con aquella gabardina de color negro caminar a paso lento y calmado.
Ese sujeto, le erizaba la piel y lo ponía incómodo. y en ese momento hacia lo posible por no tratar de salir corriendo para no mostrarse débil, su orgullo se lo impedía.
Esa sensación, la odiaba sin duda, el extraño le molestaba, debería deshacerse de ese pecador cuanto antes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Pino, que bueno ver que ya haya bajado, enseguida le traerán la cena.— Charlie como siempre bien alegre.
—Muchas gracias... princesa.— Tomo asiento y se recostó sobre el espaldar y ver a un pecador que no paraba de observarlo. Le era molesto, ¿cómo tenía el descaro ese sucio pecador de siquiera verlo? Pero no hizo nada más que tolerar el hecho de que lo estuviera observando, pero solo opto por sonreír al ver su plato de comida en camino hacia el, pero el que le traía el plato termino por tropesar y tirar toda la comida sobre el causando leve el fruncir de su seño, molesto busco con la mirada algo para limpiarse.