Minjae tiene un novio al que le tiene cariño, pero no deja de pensar en la hermosa sonrisa acompañada de una triste mirada que pertenecen a ese hermoso 𝒃𝒆𝒕𝒂...
... Taehyung tuvo una traumática experiencia en su pasado, él no quiere una relación...
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La llamada con su mamá había durado más de lo que tenía planeado.
Solo le quedaban una hora antes de irse a dormir o de lo contrario se perdería totalmente la alarma que lo despertaría para el trabajo.
Esa era otra desventaja de ya no vivir con Jungkook. Su mejor amigo siempre se encargaba de despertarlo las veces necesarias para que no llegara tarde a sus trabajos anteriores. Ya habían pasado cinco años desde que su mejor amigo y él habían hecho maletas y habían salido de Busan con ayuda de su mamá, pero a escondidas de la familia de su amigo alfa, con lo cual estaba totalmente de acuerdo después de años de ver como los Jeon maltrataban a Jungkook.
El alfa que tenía por amigo era alguien amable, un poco tímido y con un corazón demasiado grande que siempre estaba dispuesto a dar afecto. No merecía tener la familia egoísta, materialista y avariciosa que le había tocado, y esos alfas no merecían tener a alguien tan gentil como Jungkook cerca.
Huir con su amigo había sido difícil, ambos eran solo unos nuevos adultos que acababan de finalizar el doceavo grado de secundaria y que no habían ingresado a ninguna universidad. No tenían más que los ahorros de ambos para iniciar una nueva vida en Seúl, y pronto descubrieron que eso sería mucho más duro de lo que habían pensado.
Pero ambos estaban logrando sus sueños, lentamente pero de buena manera. Jungkook tenía una casa propia, trabajaba en lo que de verdad le gustaba y justo ese día, el día de su cumpleaños, se había enlazado. Quizás no había sido como lo planeo, pero había estado saliendo en pequeñas citas secretas con Yoongi desde dos meses atrás, era muy notorio lo mucho que el omega le gustaba, así que él rezaba a la diosa Luna por que todo fuera bien para ellos dos.
Por su parte, finalmente había comprado un departamento de dos habitaciones, y solo estaba a la espera de que su mamá finalmente aceptara irse a vivir a Seúl. Y eso era todo lo que le hacía falta. Sus ambiciones nunca fueron muchas, en realidad. Solo quería tener a su mamá a su lado y continuar con su amistad con Jungkook y con los nuevos amigos que había hecho.
Jimin, Hoseok y Minjae.
Le encantaba hablar y conocer gente, pero su verdadera amistad solo la tenía Jungkook, hasta que conoció a esos dos omegas y al alfa con los que disfrutaba tanto estar.
Era divertido tener verdaderos amigos. Estar con Jungkook había sido suficiente, pero en momentos como esos, cuando era la primera vez que planeaba una fiesta sorpresa para su mejor amigo, tener otras personas que lo querían ayudar era algo que genial.
Y ahora estaba en su vacío departamento nuevamente. Esa era la primer desventaja y la peor. Siempre que estaba solo pensaba demasiado y había días en que pensar demasiado solo lo llevaba a recordar.
