Capítulo 30

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Espero que pasarán un buen fin de semana. Saludos mis Makis

Estaba en la cocina pequeña del departamento intentando, sin mucho éxito, decidir que hacerse de cenar… y que de preferencia él pudiera cocinar sin riesgo a intoxicarse

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Estaba en la cocina pequeña del departamento intentando, sin mucho éxito, decidir que hacerse de cenar… y que de preferencia él pudiera cocinar sin riesgo a intoxicarse.

Aún no sabía cocinar. Se había dicho a sí mismo que aprendería para que Jin no se sintiera con la obligación de alimentarlo ahora que podía pasar ese tiempo con Jimin. A pesar de que tenían casi medio año compartiendo una marca, aún no vivían juntos.

Decían que no era tiempo.

Él sabía la verdad.

Aun estaban dando vueltas a su alrededor, midiendo cada una de sus reacciones cuando ellos hacían algo de pareja como tomarse la mano o sentarse abrazados en el sofá para ver una película. Jimin evitaba al máximo quedarse a dormir con Jin, casi todas sus citas eran fuera del departamento donde él no pudiera verlos.

Odiaba eso. No que tuvieran citas, sino el hecho de que se comportaban como si tuvieran que andar con cuidado a su alrededor. Aunque él no les había dado razones para que creyeran lo contrario. Ciertamente no hablaba mucho con ellos, sus conversaciones se limitaban a hablar un poco de los trabajos de cualquiera de los tres o comida, sobretodo comida cuando solo estaban su hermano mayor y él.

Había tratado, realmente había tratado de hablar con Jin, decirle que no era necesario tener tanto cuidado, que llevara una relación normal con su novio, pero cuando habría la boca con esa intención las palabras simplemente no fluían.

Se molestaba consigo mismo por intervenir de manera indirecta con la relación de ellos. No quería hacer eso. Aún no los perdonaba, o al menos así se sentía, pero no podía dejar de anhelar que fuera como antes, que pudiera llegar y abrazar a su hermano mientras le hacia caritas de cachorro para que lo alimentará sabiendo que eso no era necesario porque Jin ya le tenía la comida preparada para él; quería estar con Jimin simplemente tirados en el suelo viendo alguna película y hablando y riendo por cualquier tontería.

Y extrañaba aún más a Taehyung.

Desde su última cita en el parque, seis meses atrás, se habían encontrado, intercambiaban saludos y se despedían. Siempre estaba alguno de sus amigos cerca y evitaba el restaurante tanto como fuera posible, no se habían visto a solas desde entonces y no habían más me sajes de texto o llamadas antes de ir a dormir.

Le gustaba Taehyung. Pero aún no trabajaba en su parte posesiva sobre el beta. A pesar de la distancia que habían tenido no podía mirar al alto beta sin que la palabra mío llenará sus pensamientos, junto a otros que se habían vuelto un poco más… intensos.

Pasó saliva por su garganta seca cuando recordó esa última vez que miró a Taehyung, dos semanas atrás, con su nuevo cabello rubio. Se le veía bien. Tan bien que Jungkook se giró en su dirección con una sonrisa en su rostro cuando olió lo mucho que le había gustado como se veía el beta, lo mucho que su cuerpo comenzaba a reaccionar. Tuvo que escapar diciendo que tenía sueño. Fue una excusa tonta, pero nadie lo cuestionó, aparte de Jungkook... realmente odiaba el maldito buen olfato que tenía el menor.

𝑴𝒊 𝑩𝒆𝒕𝒂 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 | ᴊᴀᴇᴛᴀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora