Minjae tiene un novio al que le tiene cariño, pero no deja de pensar en la hermosa sonrisa acompañada de una triste mirada que pertenecen a ese hermoso 𝒃𝒆𝒕𝒂...
... Taehyung tuvo una traumática experiencia en su pasado, él no quiere una relación...
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Le gustaban sus clases, realmente disfrutaba de la universidad y cada materia que llevaba. A pesar de los frustrantes exámenes finales al final de cada semestre, las exigentes tareas o los profesores hostiles, estaba cursando su vida universitaria disfrutando de todo momento. Su madre constantemente decía que eso era porque había elegido algo que realmente quería hacer, estaba de acuerdo con ella.
Sin embargo había algo que le gustaba aún más.
Su tiempo con Minjae.
Y por este mismo es que su atención había estado dispersa durante todo el tiempo que había estado con sus compañeros.
Fueron varias las veces que sus amigos llamaron su atención porque “estaba en las nubes". No pudo evitarlo. Ese día estaba muy emocionado y ansioso por pasarlo con su alfa. Lamentablemente su equipo para el proyecto de una de sus clases había tenido que reunirse el fin de semana para finalizar el trabajo. Así que para él la mañana y parte de la tarde pasaron lentamente porque no dejaba de mirar el reloj.
Ya quería estar con Minjae, porque finalmente cumplían un año de novios y su alfa no había parado de hacer ese día especial.
Se levantó muy temprano para prepararle el desayuno. Le había pedido a su hermano Jin que lo enseñará desde medio mes antes y practicaba siempre en el restaurante a la hora de su comida del trabajo, esa mañana había hecho una videollamada con el alfa mayor para que supervisará cada minuto. El mismo se había comido los primeros intentos fallidos esos días pasados hasta que estuvo seguro de que su comida no era mala. Saberlo hizo doler su corazón de amor por el esfuerzo de su alfa.
Durante toda su mañana, mientras se arreglaba, había encontrado rosas con un nota. En la barra a un lado de su desayuno, envuelta en hermosamente en un papel que tenía imanes y la sujetaba contra la puerta del refrigerador, en el cajón de la cocina cuando iba a tomar unos cubiertos, en su silla cuando la apartó para sentarse, en el baño a un lado de su cepillo de dientes, encima de la toalla que iba a utilizar, de regreso en la habitación del menor sobre su almohada, sobresaliendo de uno de sus zapatos, en el sofá cuando estaba a punto de salir y en el asiento del copiloto del auto de Minjae cuando lo llevó al lugar donde se reuniría con sus compañeros de clase.
Cada rosa y cada nota habían agrandado más y más su sonrisa.
Ya quería verlo.
Ya lo extrañaba a pesar de que solo habían pasado tres horas.
— Ya esta. Con eso creo que esta listo.
Giro su cuello tan rápido que lo escuchó tronar. Sus amigos decían algo pero solo tuvo ojos para la beta que había dicho esas palabras.
