Los Cristales del Silencio

Cambio de Planes

Lucius se encontraba de espaldas hacia la ventana. No había dicho palabra alguna durante la reunión que estaba aún sosteniendo con sus secuaces, debido a que el día anterior había tomado la mala decisión de entregar a esa sangre sucia a su hijo, pues no esperaba que el concejo con sus aliados anticipara lo que ya habían planeado y que él, había asumido con tan pocas expectativas.

Edmond Nott, un hombre pasado los cincuenta, de cabello oscuro, contextura delgada y que expresaba preocupación por la apariencia física, se hallaba de brazos cruzados de pie al costado de la sala, mientras que Reidar Zabini, opuesto a lo que era Nott: gordo, calvo y poco metódico con su vestimenta, miraba con antipatía a Malfoy. Si bien los tres eran conocidos mortífagos, aparentemente «amigos desde el colegio», luego de la guerra esa supuesta amistad se tambaleó, pues cada uno había luchado por mantenerse a salvo de los aurores y evitar caer en Azkaban. A excepción de Nott, que estuvo unos cuantos meses preso por haber irrumpido en el Ministerio de Magia, antes de que este reconociera formalmente el retorno de Voldemort. Solo cuando los mortífagos se habían rearmado e infiltrado a alguno de los suyos en el Ministerio, recién pudo lograr la libertad.

Ahora, tanto Nott como Zabini demostraban su total desapruebo ante la orden que les había llegado directamente: Malfoy debía decir que contraería matrimonio, nada más y nada menos que con una de las heroínas de guerra que había derrotado a Voldemort, ya que supuestamente ellos, habían logrado rescatarla de un grupo de delincuentes que lo único que querían era cobrar rescate por ella.

Con esa acción, los mortífagos podrían mostrarse libremente ante la comunidad mágica pues darían muestras de que estaban arrepentidos de sus actos y que era posible que mortífagos y magos comunes pudieran vivir en armonía. Para Kinsley Shacklebolt, actual Ministro de Magia, esa era la solución para dar inicio a la reconquista de lo que tan arbitrariamente les había sido arrebatado.

En efecto, Shacklebolt, si bien no era mortífago y en alguna oportunidad formó parte de la Orden del Fénix, luego de haber visto a tanta muerte y destrucción por doquier, había cambiado su forma de pensar y estaba seguro que lo que ofrecía Voldemort era valedero y no imposible de llevar a cabo, pues su doctrina, luego de analizarla a cabalidad, podía afirmar que era bastante aceptable:

* Superioridad de los magos de sangre pura, lo cual otorgaba el derecho de dominar a los inferiores (mestizos, squibs, muggles, animales mágicos o no mágicos, así como cualquier criatura no humana del mundo mágico: duendes, elfos, gigantes, etc.)

* Los muggles eran catalogados como inferiores por ser quienes corrompían y destruían el linaje mágico, así que toda relación entre muggle y mago o bruja debía ser erradicada, con eso se legalizaba el exterminio de todo ser que no fuera mágico.

* El fortalecimiento de la calidad mortífaga y magos/brujas de sangre pura, con lo cual los primeros podrían mostrarse ante el resto de la comunidad mágica.

* Y por último, expandir sus fronteras: como seres superiores no podían estar relegados del resto del mundo y vivir a escondidas. Debían fortalecerse de tal manera que fueran capaces de dominar al mundo y gozar de todas las riquezas de este.

Esas eran sus doctrinas y por las que, a pesar de tener a muchos detractores, estaban dispuestos a luchar contra quien fuera con tal de que todos, por fin entendieran que ese era el camino correcto y el que merecían.

—Está bien. Hoy mismo hablaré con mi hijo. Ayer le entregué a esa chica para que le sirviera en forma personal pero si el mandato es que yo deba estar con ella y tratarla como a una dama... —comenzó Lucius a hablar luego de un par de minutos de silencio, pero otro terminó la frase:

—Como a una dama delante del resto. Acá entre nosotros, seguirá siendo una vulgar «sangre sucia» —agregó Zabini escupiendo saliva hacia la mesa. Nott lo miró con repulsión.