Hermione caminaba despacio delante de él con la cabeza gacha. Ni siquiera había tomado su mano, pero él entendía; sabía que sufría y que llevaba una guerra interna entre el deber y los sentimientos, por lo que en pocas horas iba a acontecer: si Astoria aceptaba, se casaría con él. Una farsa de matrimonio, pero tanto para Hermione como para Weasley tenía gusto a verdad y a tristeza, al ver a sus respectivas parejas con otros. Los entendía. ¡Vaya que sí los entendía! Quizá por la mente de ambos cruzó esa misma sensación que él experimentó cuando vio a Hermione vestida de blanco el día en que fue capturada. Llegó a creer que realmente amaba a Ronald. Suerte para él y libertad de amar para ella, que no fue así.
Sonrió. La mujer que caminaba delante de él, lo amaba a él, estaba seguro. Aunque no se lo dijera. Él lo intuía, en sus besos, en sus caricias, en la forma de mirarlo. Esa mirada que nunca nadie le brindó, la vio en los ojos acaramelados de ella.
La tristeza de Hermione se mantendría por más tiempo y no se comparaba con lo que él sintió, pues él supo en el momento que ella no tenía relación alguna con Weasley, pero el engaño de su propio matrimonio no sabía cuánto tiempo tendría que llevarla a cuesta y lo que era peor, no sabía con qué sorpresa le podría salir su padre. Dudas que sabía que Hermione también tenía. Mas, lejos de lo que ella creyera, él tenía otros planes que aún no se los diría hasta que estuviera todo concretado. Sabía que si ella se enteraba, se negaría y no lo dejaría actuar. Esperaba que cuando lo supiera, lo tomara en forma calmada. ¿Cuándo? No sabía, quizá fuera cuando él ya no estuviera o cuando esta guerra encubierta... guerra de poderes e influencias, por fin terminara.
Le miró la espalda, su cintura, sus caderas. Era perfecta. La mujer que siempre deseó. ¿Cómo fue que perdió tanto tiempo sin ella? Debió haber sido más fuerte y haberla buscado cuando se enteró de todo lo que ella había pasado por la muerte de sus padres. Pero, ¿qué le podía ofrecer? Solo una vida clandestina, colmada de huidas y a escondidas de Lucius. ¿Hasta cuándo su padre hacía alarde de su poder de arruinar todo lo que tocaba?
Hermione ingresó en silencio en la habitación que compartía con Draco. Durante el trayecto caminó un paso delante de él sin pronunciar palabra alguna. Sabía que si hablaba su voz no sonaría normal o simplemente de sus cuerdas vocales no se emitiría sonido. El nudo que llevaba era tan grande que temía hipar al momento de articular algún fonema y por lo demás, intentaba contener el temblor de su cuerpo. Pero por sobre todo sentía el peso de la mirada de Draco que iba detrás de ella. ¿En qué pensaba él? ¿Qué plan alternativo tendría? Conociéndolo, sabía que algo más tenía entre manos, que algo se le habría ocurrido para evitar todo aquello. Esperaba que lo se lo dijera. Confiaba en él.
Dio unos pasos para acercarse a la ventana, mientras Draco cerraba la puerta. En ese preciso instante advirtió que una lechuza, cargando una carta, se encontraba ululando en la ventana. La pobre debía estar calada de frío pues afuera llovía y el viento helado soplaba con fuerza.
Hermione se apresuró a abrir la ventana para que el ave ingresara. Draco le tomó la carta del pico y la abrió de inmediato. Debía de seguro tener algún tipo de hechizo que impermeabilizó el papel, pues este se encontraba complemente seco.
Mientras Hermione se encargaba de darle una galleta a la lechuza negra y luego de sacarla al pasillo para que se refugiara en alguna ventana a la espera de que el tiempo cambiara, Draco aprovechó para unir los documentos que tenía en su bolso con el que acababa de recibir. Lo hizo todo en forma rápida con tal de que Hermione no se diera cuenta.
—No sabía que se pudieran recibir lechuzas en este lugar —expresó ella luego de cerrar la puerta. Carraspeó un poco al cabo de unos segundos, dando tiempo necesario para que Draco leyera el documento que tenía en sus manos.
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Los Cristales del Silencio
RandomSiete son los cristales que guardan el secreto de la libertad y una nueva profecía ha sido descubierta que vendrá a poner en jaque la seguridad del mundo mágico y muggle. Solo una persona es la clave para mantener el equilibrio. Un Dram...