Verdades

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Stiles aún estaba algo enojado conmigo y yo seguía sin comprender porque estaba molesto, esa mañana cuando me recogió en mi casa para llevarme a la escuela mantuvo su mirada en el camino y no siquiera habló conmigo.

— ¡Cariño mío! — escuché el grito de Lidia en cuanto bajé del auto, sonreí antes de ir hacia ella — ¿Que tal te fue? ¿Isaac te dio un buen regalo de San Valentín?

— Me regaló un libro — dije.

— Ay no querida — se rió un poco — no me refería a eso — me costó un par de minutos comprender.

— ¡Lidia! — exclamé haciendo que su risa aumentara aún más — ¡Dios!

— Entonces ¿Que tal fue?

— Fue divertido... Realmente me gusta pasar tiempo con Isaac — la pelirroja me sonrió.

— O sencillamente te gusta Isaac — encogí los hombros mientras le sonreía — ¡Ni siquiera lo negaste!

— Lidia cállate, son las 8 de la mañana, es muy temprano para tus gritos — dije riendo.

— Oh no, no me vengas ahora con esto — la chica enrollo su brazo en el mío y empezó a llevarme hasta adentro de la escuela — ¿Y tú le gustas a él? Oh que pregunta tan más estúpida, por supuesto que le gustas.

— ¿Cómo es que estás tan emocionada por algo así?

— Bueno, después de que tuve tantas decepciones amorosas una sola pizca de romanticismo en la vida de mi mejor amiga es genial— sonreí mientras negaba con las cabeza — sobre todo cuando es con un chico que la trata como una persona.

— Eso fue tan... Deprimente.

— Oh cállate — me empujó suavemente, ambas reímos y nos dirigimos hacia mi casillero, en cuanto lo abrí cayó una nota.

"Te veo en el campo después de clases"
~Isaac Lahey.

— Eso es tan romántico — Lidia tomó la nota — aunque muy poco práctico, un mensaje de texto habría sido más sencillo.

— Tu misma lo dijiste, es romántico — volví a tomar la nota y la puse de nuevo dentro del casillero, tome mis libros y volví a cerrarlo — ¿Qué crees que quiera decirme?

— Quien sabe, quizás quiere darte tu regalo de San Valentín.

— ¡Lidia! — soltó una carcajada — eres imposible.

Todo el día escolar estuve pensando que es lo que Isaac tenía que decirme y aunque lo busqué entre clases parecía que la tierra se lo había comido.

— Vámonos — Stiles apareció en la puerta de mi última clase.

— Adelantate, tengo otra cosa que hacer — contesté mientras salía.

— ¿Y que es eso tan importante por hacer? — se cruzó de brazos.

— Si te lo digo volverás a enojarte — lo escuché bufar — ¿Ves?

— ¿Es en serio? ¿De nuevo con Isaac?—  preguntó — te evitó todo el día y aún así irás a verlo.

— Definitivamente hoy te tomaste una vitamina roja ¿cierto? — comenté — porque estás muy irritable.

— ¡No metas a mis vitaminas de dinosaurios en esto! — exclamó — solo quiero que abras los ojos y sepas que Isaac no es un buen chico.

— Tú y tus delirios — rodé los ojos — creo saber identificar cuando un chico es bueno o no.

Andando entre lobos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora