Mordida

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Las sirenas de la ambulancia resonaban fuertemente alrededor del campo de Lacrosse, todo se movilizaba sumamente rápido y yo... Yo ni siquiera podía moverme, era como si mis pies hubieran sido clavados al suelo, me negué a caminar, me negué a hablar con los policías, me negué a todo hasta que supiera que Lidia estaría bien.

Isaac se mantuvo a mi lado todo el tiempo, me abrazó fuertemente cuando los paramédicos levantaron el cuerpo de Lidia del suelo usando su cuerpo para que yo no mirara su vestido cubierto de sangre, pero lo miré y fue totalmente aterrador.

El papá de Stiles pidió que no se me hicieran preguntas hasta que mi estado de shock se me pasara, pero cuando ya habían pasado más de 2 horas desde eso y aún no podía hablar decidió el mismo hacerme las preguntas. Debido a que aún era menor de edad mi hermano tuvo que estar presente se sentó a mi lado y tomó mi mano suavemente por debajo de la mesa como una especie de apoyo para mí.

- Edelweiss soy el Sheriff Stilinski, te haré unas preguntas acerca de lo que viste hoy ¿Esta bien? - asenti - perfecto ¿Que viste?

- Sangre - respondí - a Lidia...- mi voz se rompió.

- Tranquila, tómate tu tiempo para responder - dijo sonando tranquilo - ¿Cómo la encontraron?

- Stiles y yo estábamos en el estacionamiento y... y... - las lágrimas de nuevo comenzaron a brotar - ella no estaba en el auto... Así que fuimos a buscarla Stiles, Isaac y yo - mi voz se rompía ante cada palabra dicha - la buscamos por todos lados y finalmente recordé que no habíamos revisado el campo - mi hermano apretó suavemente mi mano - y cuando fuimos... Fuimos y... Y... - mi llanto se volvió más desconsolado sentí todo mi cuerpo temblar y la sensación de miedo abrumarme por completo - ella está bien ¿Verdad? Solo fue un susto ¿Cierto? - el Sheriff miró a Resme y no me respondió - por favor ¡Alguien dígame algo!

- Hey, hey, tranquila Mogwli - me pidió Resme - necesito que te tranquilices.

- ¿Cómo quieres que me tranquilice cuando acabo de ver a mi mejor amiga cubierta completamente de sangre?- grité entre lagrimas - ¿¡Cómo quieres que me tranquilice si lo único que me pasa es que pierdo a la gente que me importa!? ¡Estoy cansada de esta mierda! ¡Estoy cansada de perder gente! ¿¡No puedo ser feliz!?

"¿No puedo ser feliz?"

Es definitivamente un pensamiento que no debería estar teniendo un adolescente, se supone que la adolescencia es la mejor etapa de la vida, no eres demasiado pequeño para hacer cosas ni lo suficientemente mayor para tener demasiadas responsabilidades... A esa edad no debería estar pasando noches enteras llorando ni mucho menos preguntándote "¿porque no puedes ser feliz?" Sin embargo aquí estaba, llorando desconsolada frente a mi hermano y el padre de mi mejor amigo porque la vida decidió tratarme horrible, porque al destino le parece gracioso que tenga que ver cómo las personas que quiero se lastiman al grado de no saber si mejorarán o morirán.

Resme no me quería dejar en casa y yo tampoco queria irme del hospital hasta que alguien me dijera que Lidia estaba estable, que estaba mejorando o que había despertado; así que mi hermano me metió a una de las habitaciones del hospital que no estaban ocupadas y me administró un sedante lo suficientemente fuerte como para hacerme dormir a solo unos minutos de haber entrado en mi cuerpo. Mi hermano se quedó conmigo dándome palabras de aliento y prometiéndome que me tendría noticias de Lidia cuando despertara por la mañana, antes de que mis ojos se cerraran sentí las manos de Resme acariciar suavemente mis nudillos.

Cuando desperté la mañana siguiente noté que ya no estaba sola en la habitación, Isaac estaba durmiendo sentado en una de las sillas de la habitación y Stiles también dormía de una manera sumamente incómoda en otra de las sillas, me moví suavemente en un intento de pararme de la camilla pero hice demasiado ruido haciendo que los dos chicos se despertarán exaltados.

Andando entre lobos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora