En cuanto mis ojos se acostumbraron a la oscuridad de la bodega pude ver cómo Peter levantaba su mano y saludaba con ella.
- ¡Peter! - y sin pensarlo dos veces corrí hacia él, en cuestión de segundos mi rostro estaba enterrado en su pecho, sus brazos me rodearon casi instantáneamente.
- Hola pequeña - lo escuché decir - iba a preguntar si me extrañaste pero creo que si -se río suavemente, su risa paró cuando escuchó uno de mis sollozos - hey no, no llores - me separó muy despacio de él - tranquila Edds.
- ¿Cómo es que estás vivo? - pregunté - Derek... Derek te...
- Es una muy larga... Larga historia - susurró - te lo explicaré más tarde ¿Esta bien?
- ¿No se supone que tú estabas muerto? - la voz de Isaac resonó, los ojos de Peter bajaron hacia la rama que el chico tenía en sus manos.
- ¿En serio? ¿Una rama?
- Mejor esto a nada, habría conseguido algo mejor pero no hubo tiempo.
Peter pasó su mirada de mi a Isaac unas cuantas veces, como si estuviera examinando algo, finalmente asintió y me soltó.
Todo parecía tan extraño ahora, Peter estaba vivo, estaba vivo y sin ninguna señal de quemadura... Tenía tantas preguntas, tantas que hacer y sin poder hacerlo porque Isaac estaba justo ahí.
- Te explicaré todo cuando acaben tus clases - me dijo Peter - no me busques antes, iré a tu casa a explicártelo todo.
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Durante el resto del día estuve inquieta queriendo saber cómo es que Peter estaba vivo; Isaac parecía querer decirme algo importante pero mi cabeza estaba en otro sitio.
- Edelweiss - se acercó a mi durante su castigo de la activación física aprovechando que el entrenador estaba gritándoles a Scott y Stiles.
- ¿Huh? - traté de poner mi atención en él - ¿Si? - el castaño acomodó mi cabello detrás de mi oreja y acarició mi mejilla.
Antes de que pudiera preguntar algo más los labios de Isaac se presionaron sobre los míos, era un beso suave, parecía más una caricia que un beso pero había algo en el que hizo que mi corazón latiera tan rápido que parecía que iba a salirse.
- Definitivamente sabes cómo hacer que te ponga atención - dije cuando nos separamos, Isaac sonrió - bien, lo lograste... ¿Que necesitabas decirme?
-Edelweiss- comenzó Isaac, su voz era ligeramente temblorosa - sé que este no es el lugar más romántico ni la situación más ideal, pero la sola idea de esperar un segundo mas sin decírtelo realmente me está volviendo loco - continuó hablando - Desde que te conocí, mi vida ha cambiado. Te volviste como un rayo de luz en mis días oscuros y cada momento contigo se convierte en una aventura emocionante - le sonreí con dulzura.
Sin embargo eran algo sorprendentes las palabras apasionadas de Isaac. Una sonrisa juguetona se asomó en sus labios mientras lo escuchaba atentamente.
- Isaac, ¿a dónde vas con esto?- pregunté, completamente llena de curiosidad.
Isaac tragó saliva con obvio nerviosismo, mi mirada se mantuvo sobre él, ¿A dónde quería llegar con esto?
- Lo que quiero decir es que me gustas, Edelweiss. Más de lo que puedo expresar con palabras. Y sé que esto puede sonar loco porque bueno, solo hemos salido unas cuantas veces , pero... Eres la chica más bonita, inteligente y graciosa que he conocido... Y sería un completo idiota si no me gustaras tanto como lo haces - siguió hablando - no quiero presionarte a decirme algo, no quiero que te sientas presionada a responderme y honestamente aunque tu respuesta fuera no, quiero preguntartelo - suspiró - Edelweiss... ¿Quieres...? - corrigió su pregunta - ¿Puedo ser tu novio?
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Andando entre lobos.
Science FictionBeacon Hills es un pequeño pueblo escondido en California, algunos lo llamarían un pueblo tranquilo pero a sus habitantes no les parecía igual, algo definitivamente había cambiado por ahi, comenzando por los aullidos de lobos y los avistamientos de...