Argent

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Hace 10 minutos qué hemos estado dándole vueltas a todo el sitio y Scott sigue sin aparecer, no entendemos como es que desapareció tan de repente y hemos comenzado a pensar que algo verdaderamente malo ha ocurrido con él.

— ¿Qué fue lo último que les dijo? — cuestionó Derek desde el otro lado de la línea de cenizas de serbal.

— Qué los Argent estaban aquí y que tenía que asegurarse que ellos estuvieran lejos de todo esto — respondí mirándolo — ¿Crees que ellos...?

— Honestamente creo capaces a esa familia de cualquier cosa — el hombre se veía mucho más frustrado qué todos nosotros — Stiles, rompe la línea.

— ¿Qué? ¿Estas loco? No tienes idea de cuanto me costó hacerla — se quejó el castaño a mi lado, antes de que Derek pudiese responderle un aullido adolorido llegó a nuestros oídos — ¿ese fue?

— ¡Mierda Stiles, rompela! — volvió a exigir con voz autoritaria, Stiles se agachó y soplo, la línea se desvaneció y permitió qué Derek pudiese cruzar — Isaac toma a Edelweiss y llevatela de aquí.

— Estas loco si crees que me iré de aquí — me plantee frente a él — no pienso huir esta vez.

— No me importa lo que pienses o no, es peligroso quedarse aquí, te vas— hizo un pequeño asentimiento hacia Isaac y antes de que pudiera volver a replicar mi novio traidor me puso sobre su hombro y me sacó de ahí.

— ¡Isaac! ¡Maldita sea Isaac, bajame! — intenté patalear y golpear su espalda para escapar — sabes que odio que hagan esto, bajame.

Sin embargo, el rubio siguió caminando en dirección al auto, una vez estando ahí me metió al asiento trasero antes de seguirme y cerrar la puerta detrás de él; intenté abrir la puerta solo para encontrarme con el seguro para niños.

— Tenemos que ir por Scott.

— Derek lo hará, no nos necesita ahí, dejemos que él se haga cargo — intentó calmarme — se que quieres ayudar, se que te sientes como la damisela en apuros todo el tiempo, pero debes comprender qué muchas veces estos problemas son mucho más grandes que tu y que debes de dejarlo en manos de alguien más.

— No quiero dejarlo en manos de alguien más, quiero poder hacer algo más que solo ser el costal de papas qué se pasan entre ustedes como una responsabilidad a cuidar — exclamé — quiero ser más que solo la chica que echas a tu hombro y llevas a un lugar a salvo.

— La razón por la qué te llevamos siempre a un lugar a salvo es porque nos importas, no queremos que termines lastimada, mi amor — tomó una de mis manos — Eres una humana.

— ¡Allison también lo es! — mi mano libre golpeó el respaldo del asiento — y yo jamás he visto que la saquen como un costal de papas o que alguien diga "mantenla a salvo".

— Porque con Allison es distinto, ella es diferente — lo miré esperando a que alargara su respuesta — Allison es una Argent.

— Oh claro, y yo soy solo una Heks.

— No me refiero a eso, es solo que Allison tiene entrenamiento, sabe cazar, disparar, pelear — enumeró con los dedos — es una cazadora — agregó — y tu... Edelweiss, tu eres solo una humana.

Había algo extraño en esa frase, algo que por alguna razón hizo qué me doliera "tu eres solo una humana", una parte de mi quería convencerme de que solo era una especie de expresión para hacer notar mi falta de habilidades sobrenaturales pero la otra, la más grande y ruidosa, lo había sentido como una especie de ataque, como si ser una humana común y corriente fuera algo malo.

Asentí hacia él, Isaac mantuvo su mirada sobre mi unos cuantos minutos antes de suspirar, darme un pequeño beso en la frente y bajar del auto para tomar su lugar en el asiento del piloto, no hable durante el trayecto a casa.

Andando entre lobos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora