Capitulo 43: parte 1

1.4K 107 3
                                    


Daerys.

—Su alteza.—la voz de leyra toma mi atención cuando se adentra a mis apocentos.

Nunca antes habia estado tan feliz de ver el amanecer como ahora, y a pesar de no haber dormido nada, los rayos naranjas que cubren las paredes oscuras de la amplia estancia no me da mas que tranquilidad.

Iba a volver a Essos asi tuviera que lanzarme del maldito muro para lograrlo.

—Volerveremos a casa.—informo y Leyra asiente moviéndose hacia el baul en busca de una par de vestidos.

Daemma se retuerce en mis brazos y me ahorro el trabajo de despertarla cuando sus ojos azules me observan adormilados antes de mostrarme una gran sonrisa.y aunque deseo permanecer el resto de mi vida asi, admirando sus ojos, se lo que tengo que hacer.

Dejo un beso sobre la frente de mi pequeño dragon antes de dirigirme al baño a prepararme, dejo a Leyra a cargo de Daemma, con suerte saldremos de aquí antes que medio castillo se despierte.

El agua fria no es capaz de llevarse mis preocupaciones y por mas que quiera no pensar en el y sus amenzas no lo evito, mi cabeza evoca nuestra charla. Y una nueva preocupación se acentúa en mi pecho. El no se quedará tranquilo y yo no puedo dar marcha atras.

Tomo el vestido negro con detalles en rojo que Leyra escogió para mi, nunca fui partidaria de ni gun bando pero mi casa siempre estara primero.

Las mangas caen sobre mis hombros dejando un escote bajo que muestra con claridad mi cuello y el dije que reluce en el. Mientras la falda se abre ampliamente con una pequeña abertura en la pantorrilla. Trato de alizar mi cabello y termino trenzando dos mechones de cabello antes de dejarlo suelto.

En el tocador hay un tiara pequeña y sencilla llena de piedras rojas idéntica a la que Leyra coloca sobre la cabeza de mi hija cuando intenta peinarla. Lleva un vestido rosa que le cubre los tobillos mientras el cabello le cae en la espalda baja a pesar de las trenzas que leyra le hace.

No trae zapatillas y me acerco tomando un par del baul, me gusta atenderla siempre he trado de ser yo quien vea por ella despues de todo era solo mi responsabilidad.

—¿Desayunara aqui o en el barco?—pregunta Leyra cuando llego a donde mi hija.

—En el barco.—respondo con rapidez calzando uno de los zapatitos de razo.

Leyra asiente y se dirige a guardar el resto de nuestras cosas.

—Quiero desayunar aquí mami. —me dice Daemma  jugando con el pequeño dragon de madera que estaba en su cama.

—Debemos marcharnos rápido mi pequeño dragon.—acaricio su mejilla con dulzura, lo último que necesito es lidear con uno de sus dramas.

Vuelvo mi vista a sus pies inquietos y termino por calzar la otra zapatilla antes de abrocharlas

—¡Quiero ver a Vhagar!—demanda y mi corazón se detiene dejando la acción a medias

—¿A quien?—inquiero con el corazón en la boca.

—A Vhagar mamá —suelta en un risita mas alegre de lo que debería—el dragón más grande de poniente.

El brillo en sus ojos me hace un nudo en la garganta, debemos salir rapido de aqui.

Tomo sus manos aun sin levantarme, es la ultima persona a la que debo mentirle pero me prometi cuidarla a toda costa.

—Oh lo siento cariño, no podemos—me disculpo y su expresion decae ligeramente—¿recuerdas que te hable de conocer dragonstone?—ella se emociona— bien yo...

Fuego de Dragones. [Aemond Targaryen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora