Capitulo 21:

2K 161 40
                                    

Daerys.

Camino por los fríos pasillos del castillo Stark, el clima esta igual de inclemente que en la noche. Me detuve en la puerta de Namerys, iremos temprano al refugio y ya deben estar esperando.

Toco pero no responde, espero unos minutos antes de tomarme el atrevimiento de entrar, ella siempre hacia lo mismo en Dragonstone.

Me adentro al lugar y mis ojos no pueden creer lo que observan.

-En mi defensa, dijiste la noche y vine de dia, no te he fallado.-defiende Aegon alzando sus manos, con su camisa en una de ellas.

Estaba a medio vestir igual que Namerys. Sujeto el puente de mi nariz indignada.

«No me voy a enojar, no me voy a enojar.»

« Uno es mi tío y la otra mi amiga. No los puedo matar».

Medito para mi misma, es muy temprano para enojarme y ellos no arruinaran mi día.

-Vístete y salgan, los Stark nos esperan -digo dando la vuelta para regresar por donde vine.-Y Aegon por favor, cierra bien tu estúpido pantalón, antes de bajar.

Doy un portazo maldiciendo a los dos idiotas que me acompañaron. Bajo de las habitaciones en busca de Harry. Desde la cena no lo he visto y debido a que es mi guardia designado no debería alejarse.

Fuera en el patio están Rickard y Harry charlando amenamente, al parecer le esta dando unas indicaciones a Harry que sale disparado al verme. Ambos hombres han creado una sólida amistad al parecer.

-Buenos días.-saluda Rickard contento.

-Solo días por favor.-suelto divertida.

-Espero haya pasado una buena noche, escuche rumores de que hubo un alboroto cerca de sus habitaciones ¿Todo bien.

-Ah, fue una rata.-digo ocultando lo que en realidad paso.-Logre sacarla en la noche, pero la maldita se coló en la mañana a los aposentos de Namerys.

-No sabia que en Winterfell hubieran ratas -confiesa asombrado.

-Pues si, pero tranquilo fue solo una.-me designo a caminar y Rickard va a mi lado, no aventure mucho los lados del castillo y si este seria mi último día, me gustaría verlo.

Comenzamos a andar por el jardín trasero, en silencio, mientras admiro sus peculiares árboles que adornan el paisaje.

-Daerys.-el grito de Aegon me toma por supresa, miro encima de mi hombro para verle corriendo hacia nosotros.-No se vayan sin mí.-Suelta sin aire acercándose a nosotros.

-¿Ocurre algo Aegon?. -pregunto mirándolo extrañada.

-No, solo que Aemond me pidió que no me apartara de tu lado y eso hare.-dice de sus rodillas recuperando el aire. ¿A donde vamos hoy?

-Primero que nada, tu no vienes Aegon-declaro tajante.-Mejor ve con Namerys ayer no te querías separar de su lado.

-Hoy quiero convivir con mi hermosa sobrina. Hay muchos perros al asecho-insinúa observando descaradamente a Rickard que se reí ante el apodo.

-Conmigo no corre ningún peligro, príncipe.-Aegon lo mira con burla.

-Casi te casas con ella, ¿Y dices que no hay peligro?.-cuestiona con ironía- Si yo fuera tu mantengo mis manos quietas y lejos de ella. A un metro de distancia -abre sus brazos a sus lado separándolos.

-Puedo defenderme sola.-refuto ante su estupidez, Aegon bufa frustrado.

-Si te dejo sola Aemond me asesina.

Fuego de Dragones. [Aemond Targaryen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora