Capitulo 42:

1.3K 105 13
                                    

Daerys.

Harry me mira y no sabe que cara poner mientras me ve ir y venir como una maldita loca por toda la habitación, Aemond había salido hace poco dejando detrás su advertencia la cual lo creía muy seguro de cumplir. Destruyendo mi estabilidad mental y emocional moviéndome a su antojo.

Yo siempre había tenido un plan, me había esforzado por mantener a mi pequeño dragón a salvo siendo un secreto que solo me interesaba a mi pero cada minutos aqui mandaba todos mis esfuerzos a la mierda y empujándome a mi cada vez al abismo.

—¿Puedes quedarte quieta cinco minutos?.—habla Harry acompañándome en mis idas y venidas.—Vas a abrir un hoyo en el piso.

Mis ojos se centran en el pero no dejo de moverme, ja decirlo es mas fácil que hacerlo.

—Debo hacer algo.—me limpio la cara con frustración.

—En efecto.—asintió Harry —y deberías empezar por quedarte quieta y decir la verdad.

La opresión en mi pecho se hizo más fuerte.

—¿Porque demonios insisten en ser tan honestos ahora?.

Harry siempre me había apoyado, mas de lo que nunca espere pero ahora parecía que era uno de mis peores enemigos no podía juzgarlo sabia que tenia la razón.

—Porque no puedes tapar el sol con un dedo Daerys.—manifestó a la defensiva con su habitual y criticona mirada—Sabias que esto tarde o temprano ocurriría. Hasta un idiota lo sabría.

Se a que se refiere lo sabia pero me importaba una mierda.

El iba a odiarme en tanto supiera la verdad  y yo no soportaría su desprecio por haberla traído al mundo...No queria que la odiara, pero tampoco podía imponerle quererla no cuando el no la pidio. No cuando fue mi culpa porque me equivoqué.

—Ella es mía Harry mía, solo mía y hablas como si yo no fuera una Targaryen.—espeto molesta.

—Nadie dice lo contrario pero ese par de zafiros que daemma se carga, grita "hija del tuerto" por todas partes. Y es algo que tu no aceptas.—replica con altivez haciéndome enojar aun mas.

Niego con la cabeza inmediatamente.

—Déjate de estupideces.

—Es la verdad asi te empeñes en negarlo.—repuso con severidad acercándose a mi.—Podrás ser Daerys Targaryen conquistadora de Essos y todo lo que quieras pero eres humana, tienes debilidades.—señalo con firmeza antes de mostrarme dos dedos de sus manos—Dos para ser exactos y una de ellas estaba abajo furioso buscando respuestas.

Suelto un bufido hastiada.
¿Que podía decir?. Todo era cierto. No importaba cuantas veces me repitiera lo contrario.

—Te quiero y lo sabes pero me angustia esta situación.—me dice y siento ese cálido y sincero sentimiento de protección que siempre ha tenido por mi—Me mortificas que sufras, necesitan hablar porque ambos a pesar de ser unos obstinados se aman.

—No eso no es...

—Déjame terminar por los dioses—pide frustrado antes de suspirar—Dile la verdad, golpéalo o apuñálalo si se pone imbécil pero dile la verdad se lo merecer después de todo.

Claro que queria decirle pero revelarlo era poner en peligro lo que tanto he cuidado, asumir que Aemond es su padre la involucrara en problemas mayores que no les concierne y me aterra.

Pero también se que Aemond no se quedara tranquilo y debo encontrar una solución a esto cueste lo que me cueste. Con verdades o mentiras.

—Bien lo hare.—suelto resignada aunque no muy convencida y el  alza los brazos hacia arriba mientras se arrodilla

Fuego de Dragones. [Aemond Targaryen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora