Capitulo 27:

1.6K 122 84
                                    

Daerys.

Entre el renuente odio de los Hightower por mi y mi unión a Aemond, y la estupidez que había dicho Healaena, estaba alterada.

Un millar de preguntas se apoderaban de mi cabeza haciendo que cuestionara un montón de cosas.

—¿Qué acabas de decir?.—pregunto recelosa. No podía ser cierto.

—No finjas.—espeta mirándome de reojo—Ambas hemos escuchado lo mismo, Aemond y tú no pueden estar juntos.—declara y sus ojos vacilan por un momento con burla— Y a decir verdad, solo tú y él son los únicos que no se dan cuenta.

—No quiero ser grosera Healaena, pero no es de tu incumbencia.—y de verdad que no quería ser grosera, pero su actitud empezaba a irritarme.—Y no me interesa lo que tú o todo el maldito reino piensen.

Me alejo de ella pero su voz me detiene de nuevo en medio del pasillo.

Sus palabras me irritaban el tinte desdeñoso con las que escupía parecía puro veneno, y jamás creí que ella fuera así.

—¿Sabías que íbamos a casarnos?—pregunta. Sus palabras se sienten como un puñal.

Mi cuerpo queda frío cuando me giro a verle, solo puedo pensar en Aemond y en que me ha mentido. Un mal sabor se adueña de mi boca, mi estomago se revuelve .

—¿Qué?—exclamo confundida

—Oh, no te lo dijo.—responde con fingida tristeza.—Es extraño ¿No crees?. Si se aman tanto ¿Por que te lo ha ocultado?.

Me mantengo quieta en el mismo lugar y ella se acerca a mi con altivez. Mis uñas se clavan en mis palmas con molestia, nunca había tenido nada en contra de Healaena, pero ahora mismo deseaba atravesarle mi daga en su rostro y borrarle su estúpida sonrisa burlona.

—Pero bien yo te explico.—empieza posando su mano en mi hombro en forma de consuelo, y me muevo con brusquedad quitando su mano.

—Cuando ibas a comprometerte con Aegon, anunciarían mi compromiso con Aemond, pero pasó todo el drama y quedó en el olvido.—habla restándole importancia.—Pero año y medio después, Aemond se mostró poco interesado en el compromiso. Te conoció a ti.—su dedo me apunta de manera acusadora.—Y si me lo preguntas, creo que ha sido su mayor error.

—Aemond me ama.—declaro tajante— Y a ti lo que duele es que este conmigo y no contigo.

Healaena cambia su semblante, la he incomodado con lo que he dicho.

Su mirada toma un sombra desafiante, coma si sus palabras solo fueran dagas intentado herirme.

— ¿Estas segura de que ese amor es tan fuete como oara dejar a su familia?.

—Lo que yo crea o no, no es tu incumbencia.—afirmo molesta.

—Claro que lo es Daerys, yo lo hubiera hecho feliz.—sus labios se frunce con molestia igual que su ceño a medida que habla—Somos iguales, nos queríamos pero apareciste tu y tu carácter de mierda, y te llevaste su atención.

—No es mi culpa que el me haya elegido a mi y no a ti.—replico con altivez.

—No lo es, pero es tu culpa mantenerlo retenido, si lo dejaras ambos se evitarían muchos infortunios.—su mirada se pierde por unos minutos mirando al pasillo vació.—Su hilos son largos y fuertes, igual que su amor, no importa quienes tiren de ellos, jamás podrán romperlo, solo ustedes tienen ese poder.

Habla de una forma extraña y aborta en sus palabras de una manera que me causa escalofríos.

—¿Que dices?.—inquiero confundida ante su extraño actitud, ella pestañea un par de veces volviendo a mirarme seria.

Fuego de Dragones. [Aemond Targaryen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora