Capitulo 20:

2.6K 152 15
                                    

Daerys.

—Voy a preguntar una ultima vez.—me doy vuelta tomando el brazo de Aegon al bajar del carruaje.—¿Recuérdame por que carajos iras con nosotros?.

Estabamos en pozo dragón, esperando por ambos dragones antes de partir a Winterfell. Harry y Namerys ya se habían adelantado en carruaje.

Era muy temprano, el lugar estaba completamente solo, ademas de dos guardias y un Aemond receloso, al que me negue a observar desde que llegamos. Lo contramos sobre Vhagar y no se había movido de su sitio en ningún instante.

—La primera, Aemond me lo pidio.—ennumera con sus dedos frente a mi—Y en segunda, la mano lo secundo.

—¿Desde cuando le haces favores?—inquiero a la defensiva.

—Es mi hermano, y me ayudara con un problema.—responde quitándole importacia—De verdad quiero ir, lo necesito.—Suelta con honestidad y ojos suplicantes.—Prometo no molestar y hacer lo que quieras, pero necesito largarme de aquí.

—¿Que hiciste Aegon?.—escudriño su rostro a la espera de una respuesta

El gira su cabeza hacia los lados, asegurándose de que no haya nadie cerca pero estamos alejados del resto. Solo la mirada incisiva de Aemond sobre Vhagar es lo que nos mira fijamente.

—Perdí una vajilla de acero valyrio y oro en la calle de la seda.—suelta en un tono bajo, lo observó vacilante pero su semblante es serio, habla sin titubear.—Si madre se entera me arrancara la cabeza, Aemond prometio recuperarla si te acompaño. Asi que por favor llevame contigo.

Llevo mi mano a mi barbilla pensativa, si que era un idiota Aegon. Era hermano de Aemond que podia esperar de ambos. Lo miro unos minutos y acepto rendida.

Una sonrisa de alegria le aviva el rostro y se aproxima a rodearme en un abrazo, pero se detiene en  seco cuando un gruñido de Vhagar se oye y lo hace bajar sus manos de prisa.

Guio mis ojos hacia la dragona y Aemond voltea su rostro hacia otro lado. Imbécil.

—Te llevare.—respondo volviendo a centrar mi atención en Aegon.—Pero si lo único que haces es molestar en Winterfell yo misma le diré a tu madre en que pica de la fortaleza colgar tu cabeza.

Aegon acepta ofreciéndome su mano, para sellar el trato.

—Veras que te divertirás conmigo.

—Si claro—digo chasqueando mi lengua —Nada de beber, Aegon o se rompe el trato y ni Aemond, ni el mismísimo Aegon el conquistador podrán salvarte de mí.

El asiente en respuesta y yo acepto su mano para dirigirme a Aerryx.

El orgulloso de Aemond no me había dirigido la palabra en ningún momento y y yo tampoco lo haría, estaba apunto de largarse a Altojardin y yo no lo detendría, a pesar de que los celos y la rabia me carcomiera por dentro.

Monte sobre Aerryx sin mirar atrás, Aegon hizo lo mismo sobre Sunfire y aunque hubiera querido que las cosas fueran distintas , no podía hacerlo yo sola, ambos éramos unos malditos orgullosos y no daríamos nuestro brazo a torcer, sin importar que esto nos matara por dentro

La vieja dragona surco el cielo sobre nosotros, maldije por dentro. Me obligue a no pensar con el y elevara vuelo junto a esgo hacia el otro lado.

(...)

El tiempo sobre Aerryx fue mas rápido de lo que esperaba, el norte nos recibia con su peculiar clima para nada agradable. Particularmente odiaba el frio y estar aqui era un suicidio para un Targaryen y para lo dragones, aunque ellos podrían adaptarse, creo que yo no lo haría.

Fuego de Dragones. [Aemond Targaryen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora