𝒕𝒖, 𝒚𝒐, 𝒚 𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒖𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒖𝒃𝒓𝒊𝒓 [FIN]

9

Gala

Nos encontrábamos en la carrera viendo cómo corrían los diez últimos. Ahí estaban los de Ferrari, y mi amiga y yo apoyándolos a muerte. Verstappen, como siempre, iba primero, pero justo detrás corría el 55 de Carlos.

-CARLOS SAINZ, ATORMENTANDO A VERSTAPPEN POR LAS ESPALDAS.

-¡VAMOOOOS! JODER, VAMOS, CARLOOOOSS.

-MAX PIERDE EL RUMBO EN LA CURVA, SAINZ EN PRIMER PUESTO. SAINZ LLEVANDO EL ÉXITO ESPAÑOL, INCREÍBLE, SAINZ.

-VAMOOOSS -me estaba dejando la voz.

-VERSTAPPEN POR LA IZQUIERDA, ACECHANDO EN LA RECTA...

No, noo... Vamos. Él puede. Confío. Quedaban dos vueltas, dos vueltas en las que me quedé con los ojos cerrados, desesperada por ese primer puesto de Carlos.

-CARLOS SAINZ, CON EL NUMERO CINCUENTA Y CINCO, CAMPEÓN DEL GRAN PREMIO DE ESPAÑA.

-¡VAMOOOOSSS!

No me lo pienso dos veces y fui hacia él cuando la carrera acabó. Estaba dando saltos de alegría.

-¡Enhorabuena! -me voy a sus brazos, él me abraza fuerte. Me he dado en la cabeza con el casco, pero me importa poco.

-¡POR FIN, POR FIN, JODER!

-Sabía que podías.

-Esta vez sí... -se levantó la visera, y sus bonitos ojos marrones se posaron en los míos, achinados por la sonrisa de oreja a oreja que llevaba. Era muy guapo, y cuando estaba feliz, más-. He ganado.

-Sí -sonreí emocionada por su victoria.

-Te dejo, en nada me llaman para el podio -dejó un beso en mi frente y desapareció de mis brazos. Volví a las gradas donde mi amiga estaba flipando con mi atrevimiento al escaparme.

-Madre mía... Podría haberte pasado un coche por encima.

-Lo que hay.

-Vamos, que nos quedamos sin sitio para el podium.

Me arrastró con ella. Corrimos hasta llegar, había una marabunta de gente, pero por suerte se veía bien. Era lo importante, casi primera fila. Les otorgaron botellas de champagne, de las cuales hicieron una lluvia mientras Carlos levantaba la copa del GP. Le aplaudí, grité, sonreí. Se había vuelto una persona especial para mí y estaba orgullosa de él. Se acercó a la barandilla del escenario y buscó entre la gente, dio conmigo y sonrió. Sentí una conexión... no había sentido algo tan bonito como aquello nunca. Me sentí mágica, especial. Única.

La celebración no duró más de media hora, vino un segurata con unas cintas, para mí y para mi amiga.

-Ferrari sent these for you, you can cross this fence and go inside.

-Wow... thanks.

Corrimos entre las calles de aquel circuito. Entre todas las carpas de las escuderías, hasta dar con Ferrari. Era una locura todo.

-¡Gala! -Leclerc sonríe de oreja a oreja. Él quedó tercero, después de Max.

-Hola -sonreí.

-Qué puto calor -Carlos se desabrochaba el mono, desvelando una camiseta de color rojo pegada. Jesús bendito.

-Normal.

-No me abraces ahora que voy sudado y te veo venir.

-Vaaale.

-¿Estás llorando? -miraron a Estela. Sí, a moco tendido. Claro, ella es mucho más fan de Ferrari que yo, los conoce más.

-Tiene pinta.