31

29 2 0
                                    

Carlos

Cada día tenía más claro que era el amor de mi vida. Estuviéramos juntos o no, siempre lo sería. Yo siempre me despertaba antes que ella, y me quedaba observándola como el que mira una obra de Goya. Era la chica más bonita que mis ojos habían presenciado. Cómo de costumbre la desperté a besos, me gustaba la sonrisa y como se le erizaba el vello. Me flipaba. Esta chica era mi perdición, si la perdía a ella, yo iba detrás.

–Buenos días.

–Buenos días, cielo.

La vi sonreír mientras yo volvía a repartir besos en su espalda. La pegué a mi cuerpo y besé su cuello, su hombro y después la espalda otra vez.

–¿Qué hora es?

–No lo sé.

–Qué sueño...

–Besame.

–Estoy de espaldas

–Pues te giras.

–Pereza.

A lo que la giré yo, y le comí la boca. Me encantan sus besos. Ella en si me encanta.

–Dios, como te amo.

–Y yo a ti.

Ambos sonreímos. Pasamos unos días más en Croacia, pero yo me tuve que ir y dejarla sola otra vez por el trabajo.

–Te prometo que nos veremos pronto.

–Yo me quedaré un poco más por aquí con mi familia.

–Vale. Te amo –besé sus labios y me fui de allí con las ganas de quedarme solo para poder seguir viendo su sonrisa.

Gala

Decidí quedarme unos días con mi familia. Quería aprovechar el tiempo y estar con ellos. En mi casa todos eran artistas. Mi hermano era músico y tenía una banda con sus amigos, mi padre diseñaba edificios, era arquitecto, y mi madre pintaba. Una familia de artistas. Ahora mismo oía a mi hermano ensayar con el bajo, no sabía muy bien qué canción era, aunque parecía una de Queen.

–¡Afínalo!

–¡Calla que casi lo tengo!

Me encantaba ver a su grupo ensayar... Sus amigos eran súper majos. No entendían español, pero por suerte si inglés. Su acento se me hacía gracioso.

–Vaya par.

–¿Y tienes novio?

Mi hermano ahogó una carcajada y me miró guiñandome un ojo.

–Sí tengo.

–Aaaaahg –hacen los dos a la vez–. ¿Quién?

–Carlos Sainz.

Su cara era un mapa.

–¿Perdonaaaa?

–Seeehh.

–Es verdad, chicos. Lo hemos tenido en casa, la acompañaba.

–¿Y no tenéis otra hermana por ahí suelta...? Pregunto, curiosidad, nada más.

–En Madrid.

–Pues de gira por España, ya ves tú –miran a mí hermano.

–Claro, es que sois internacionales.

–Clarooo, nos conocen hasta en Mallorca.

–En Mallorca sobre todo... –se descojona él. Me reí con él.

–Nos llevaron ahí por un proyecto y don Luka decidió beberse hasta los charcos.

–Un aplauso.

–Claro que sí.

𝒕𝒖, 𝒚𝒐, 𝒚 𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒖𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒖𝒃𝒓𝒊𝒓 [FIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora