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Carlos

Empezaba a pensar que era el amor de mi vida. ¿Era pronto? Puede que sí. Pero con mirarla, sabía que no podría sentir esto con nadie más. Solo esperaba que no me fallara. Iba a cuidarla con mi vida si hacía falta.

-¿Siguiente carrera?

-Hungría.

-¿Nos vamos mañana o...?

-Mañana por la mañana.

-Geniaal.

-Odio ese circuito... -suspira Charles.

-Pues vais apañados.

-Sí, porque lo tienen de favorito.

-Ah...

-Me rompo los cuernos y de repente: "deja pasar a Leclerc".

-¿Cómo? -frunce el ceño-. Cuenta.

-¿No te acuerdas de que perdí cuatro posiciones? Vale, pues ahí está el tema.

-Ammm...

-Si no es culpa tuya, es culpa de los técnicos...

-Joder.

-Ya, bueno.

-A ver qué tal está vez.

-No les voy a hacer caso, te lo juro.

-Bien que harás.

-Me dirán de todo...

-Ay... mi amor.

Gala

Suspiró y escondió su cara en mi cuello. Yo acaricié su nuca, y él besó mi cuello. No quería verlo así. Seguí notando suaves besos en mi cuello, y sus fuertes brazos alrededor de mí. Me sentía protegida, nadie podría hacerme daño si estaba con él.

-Te quiero, Gala.

-Yo también, bebé.

Se quedó acariciando mi espalda, hasta que noté que estaba dormido. Con cuidado nos eché para atrás en la cama para estar en mejor posición. La verdad que me estaba echando todo su peso, y era un poco incómodo. Acabé despertandolo, se tumbó boca arriba, y me atrajo hacia él, acariciando mi pelo y tumbandome sobre él.

-Carleteeess.

-Queee...

-Guapo.

-Preciosa.

Besé su cabeza y sonreí. Volvió a cerrar los ojos, y yo me acurruqué en sus brazos. También acabé durmiendo. Y como de costumbre, me desperté a besos. Besos por mi espalda desnuda. Que mono era mi Carlos. Hasta que llegó a mis mejillas, y se inclinó para llegar a mi boca. Yo sonreí, y se comió mi sonrisa con besos. Lo tenía sobre mí. Me ahogaba pero me daba igual.

-Hola, princesa.

-Hola, guapo -lo miré de reojo.

Se tumbó a mi lado y volvió a besar mis labios. Éramos insaciables al otro. No podíamos estar despegados, nos volveríamos a tocar.

-Veeeen -me tumbo boca arriba y me abro para que se ponga sobre mí cuerpo. Me gustaba tenerlo pegado. Él hizo caso, y se tumbó sobre mí con la cabeza en mi pecho-. Bof, espera.

Lo aparté de mí y me quité la camiseta, me daba mucho calor y encima estaba la calefacción puesta. Él rió y así se quedó. Sobre mis pechos.

-Me gusta más tenerte encima, así te puedo tocar el culo.

-Pues tócame una teta.

-Es que soy team culo.

-Te aguantas.

𝒕𝒖, 𝒚𝒐, 𝒚 𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒖𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒖𝒃𝒓𝒊𝒓 [FIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora