𝒕𝒖, 𝒚𝒐, 𝒚 𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒖𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒖𝒃𝒓𝒊𝒓 [FIN]

14

Carlos

La tenía entre mis brazos, otra vez. Esta vez era por la mañana, yo me había despertado antes que ella, pero no iba a moverme, arriesgándome a despertarla. Aparte, estaba cómodo. Me gustaba la sensación de tenerla entre mis brazos. Ella respiraba tranquilamente en mi cuello, y yo acariciaba su piel. Era suave, y olía dulce. Se dio la vuelta dándome la espalda y aproveché para intentar moverme, pero se aferró a mi brazo, abrazandolo. Bueeeno… tenemos una mano. Intenté alcanzar el móvil, pero fue un poco en vano. Jodeeeerr. Pues nada, a esperar. La miré, tal vez, si la despertaba cariñosamente…

–Gala… –susurré–. Galaa.

Nada.

–Gala –me estoy desesperando.

Nada. Joder, que sueño más profundo.

–Galaaa… –estiré mi brazo hacia mí, a ver si con un poco de movimiento. Pero, solo hizo que la fuerza con la que cogía mi brazo fuera mayor–. Joder…

¿Ahora qué coño hago? Pude alcanzar mi móvil.

–Charles.

–Qué.

Le mandé una foto de la situación.

–Ayuda, me estoy meando.

–Con amor, despiertala con cariño.

–YA LO HE INTENTADO.

–Pues otra vez.

–Qué hago.

–Prueba con alguna caricia, un beso…

–Un beso dice…

–No he dicho en la boca.

–Vale.

Empecé a besar su mejilla, por favor, despiértate… Se removió un poco. Bien. Seguí con los besos, hasta que abrió los ojos, giró el cuello y me miró con los ojos casi cerrados aún.

–Buenos días…

–Holii.

–¿Me sueltas? Me muero de ganas de mear…

–Jo… –me suelta.

Fui al baño, y cuando volví, la volví a abrazar.

–Perdón.

–Que no pidas perdón por todo.

–Per… –me mira–. ¡No lo hago aposta!

–Lo se, ricitos… –reí.

–¿Qué hora es?

–No lo sé.

–Ah…

Lo miré en mi móvil.

–Las once y media.

–Bien.

Di otro beso en su mejilla. No sé, me apetecía.

–Jo…

–¿Hm?

–Hoy nos vamos de aquí.

–Joder, con lo bien que se está…

–Ya…

–Y yo trabajo… bueno, entreno.

–Sip.

–Joder, no quiero… que pereza.

–Es lo que hay.

–Ya.