Invocadora de Titanes

Alessandra Di Tretto: La cazadora

Las plantas comenzaban a alzarse por el cuarto invasoras, tiñendo todo de verde y rojo por la sangre de los caídos, con Scarleth en el centro intacta. Los guardias que estaban detrás de Alessandra habían sacado sus armas listas para atacar, pero el temblor en sus brazos indicaba que temían, temían a lo desconocido, a lo sobrehumano.

Las raíces atravesaron el cristal obligando a Alessandra a saltar hacia atrás, con un movimiento rápido tomó el cañón en su espalda y lo apuntó hacia las ramificaciones que se acercaban amenazantes, disparó dos veces, a diferentes raíces, estas explotaron sin resistencia ante la bala. A su lado los soldados también dispararon sus armas, pero estas no tenían la suficiente fuerza, simplemente las atravesaron sin hacerle el mayor daño, las raíces llegaron hasta ellos y los atravesaron.

Sin voltearse a ver a sus soldados inertes, la mujer saltó y se abalanzó por el agujero que había quedado en el cristal. Usando una de las grandes raíces que se había alzado hacia la pecera corrió en dirección a Scarleth, quien miraba todo lo que sucedía sin comprender.

¿Cómo podía parecer tan confundida? Si se suponía que era ella quien controlaba a esas plantas, aunque solo sea con sus emociones, tenía que entenderlo, sentir dentro de ella el cómo influía sobre su poder. Eso era lo que sus investigaciones con magos habían lanzado durante años, resultados que dictaminaban que los poderes mágicos eran concienzudos y a voluntad.

Las raíces intentaron atraparla desde sus pies y apuntándole con su cañón destruyó cada planta que intentara someterla. Había visto con atención el método con el que habían asesinado al resto de sus soldados, logrando así deducir sus siguientes movimientos. Volvió a recargar su cañón con un movimiento rápido. La adrenalina recorría su sangre haciéndole sentir que todo aquello no era nada.

Saltó hacia uno de los troncos más gruesos y comenzó a correr por el elevándose, viendo así, la situación desde un punto de altura, una raíz intentó atraparla, pero ella salto justo a tiempo, desde el aire miró la gran habitación con atención, era casi un bosque, y en su centro Scarleth permanecía impoluta. Usando varios troncos sobresalientes, la mujer cayó hacia el suelo, directo hacia la niña, esquivando todas las plantas que se entrometían en su camino creando paredes y armas en su contra.

Estuvo lo suficientemente cerca para percatarse que el círculo mágico permanecía intacto, al igual que la sangre de los tres muchachos que lo cubría. Saltó hacia atrás al ver como tres raíces la atacaron de frente, cubriendo así el camino libre hacia la niña. Levantó su cañón y disparó varias veces, destruyendo la mayor cantidad de raíces antes de recargar.

Retrocedió hasta una de las paredes, no podía estar mucho tiempo quieta ya que las raíces siempre sabían dónde ella estaba, sin importar que Scarleth estuviera de espaldas o no. En parte no podía evitar sentirse frustrada por lo irracional que era aquel poder, era casi como si la niña no siguiera ninguna ley, como si no fuera ella la portadora de aquellas habilidades.

Dibujó un esquema mental sobre donde se encontraba cada planta y tronco, lo suficiente como para trazar un camino hacia la muchacha. Les disparó a varias plantas antes de lanzarse al asecho, solo tenía que conseguir llegar al centro, y alcanzar el círculo con sus manos. Salto usando puntos clave de apoyo, moviéndose de modo constante, así impidiendo que las plantas la alcancen con facilidad.

Como era de esperarse las raíces salieron del suelo frente a ella, protegiendo así a Scarleth. Esta vez Alessandra no retrocedió, en su lugar levantó su cañón y acelero el paso, las raíces explotaron tras apretar el gatillo, al tiempo que ella atravesaba su fortaleza, alcanzando así a la niña. Con un movimiento rápido se agacho y recogió con sus dedos la sangre del ritual, aquella mezcla de tres Extintos muertos. Preparada para un nuevo ataque retrocedió y se alejó de la niña.