Invocadora de Titanes

Steel Systrom: Probabilidades del futuro

Observó como Jayah soltaba un respingo, llevándose la mano a la boca, Raian había vuelto al presente, mirando todo confundido.

—No puede ser —Exclamó con sorpresa la muchacha— Tu propio hermano te delató con la Guardia Carmesí para poder heredar la fortuna de tu padre —Lo miró con pena— Lo siento mucho...

Algo incómodo Raian miró a Steel un momento y luego se giró hacia Jayah.

—Si bueno, fue lo que pasó —suspiró restándole importancia— Sinceramente de todos mis recuerdos no esperaba que vieras justo ese.

—Lo siento, no lo puedo evitar, a veces si estoy buscando algo en específico es más fácil, pero normalmente los recuerdos más tristes son los que se quedan arraigados con mayor fuerza en nuestra memoria, por lamentable que suene.

Raian asintió con la cabeza retrocediendo un par de pasos, como si pretendiera poner distancia entre Jayah y él, el recuerdo de su hermano permanecía más vivido que nunca en su cabeza, y la idea de que una extraña haya visto todo tal y como él lo había vivido le hacía sentir entre incómodo y avergonzado. Steel puso una mano en el hombro de su amigo, como si pretendiera darle ánimos con ese simple gesto.

—Bien, por el momento les creo.

—Al fin —Saltó Meritxell adelantándose a cualquiera que quisiera decir algo— Empezare explicándoles cómo funciona mi magia. Tengo la habilidad de ver probabilidades de los hechos que están por suceder, a veces las visiones llegan solas a mí, en un sueño o cuando me relajo, visiones de cosas que sucederán o quizás no, muchas veces cuando las veo como sé que van a suceder tomo una decisión diferente y estas no suceden, pero otras veces gracias a que lo vi sé cuál es la mejor decisión a tomar ¿Me explico?

—Digamos que si —Acepto Steel que algo confundido, intentaba seguir el hilo de la mujer, nunca había sido muy dado con las cosas complicadas.

—Bien, pero mis visiones suelen ser más exactas cuando toco una persona, lo puedo controlar con más facilidad, pero hay veces en la que la visión se impone, como cuando toco a alguien con un futuro... digamos... influyente.

—¿Influyente?

—Bueno, en una situación normal puedo decidir cuándo hacerlo y pocas veces me muestra lo que quiero ver con exactitud, —Explicó más lento, como si buscara las mejores palabras para describir lo que quería decir—pero hay otras veces, mucho menos recurrentes, en la que veo un futuro que va más allá de la persona misma, en las que las acciones de una sola persona determinarán el futuro y la vida de millones.

Hizo una pausa, esperando una reacción, Steel la observó un momento, como si digiriera la información en un proceso lento y detallado, al cabo, simplemente sonrió y soltó una carcajada.

—¿Insinúas que millones de vidas dependerán de la decisión de un esclavo? —Soltó con sarcasmo— Creo que esto de las visiones te zafaron un tornillo.

—No estoy loca, te estoy diciendo lo que vi —Se defendió la mujer ofendida.

—Pues yo creo que te has confundido, quizás malinterpretaste lo que viste, las profecías siempre tienen más de un significado ya sabes, todo depende de la interpretación.

—Yo no veo profecías, veo el futuro, imágenes exactas con una sola interpretación. No me equivoque.

—¿Qué viste entonces?

—Vi tres posibles destinos, te vi a ti siendo asesinado por un Guardia Carmesí con un disparo en la cabeza en el incendio de ayer, razón por la que envié a Tshilaba a que te salvé. El segundo destino tiene que ver con vos siendo liberado por tu propio Señor, y el tercer destino eres tú rebelándote al sistema opresor, volviéndote el único emperador de Córdoba, otorgándoles la libertad a todos los esclavos del país.