Desequilibrio mental.

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Roberto tiene mucha mas fuerza que yo, me estoy esforzando pero mi respiración irregular mas los fuertes latidos de mi cuerpo me afirman que me encuentro cansada.

Utilizando toda mi fuerza aprieto mi mandíbula y siento la mucha presión que ejercen mis dientes, cansada y adolorida sabia que ya no lo detendré por mucho más tiempo, por lo que no me queda otra opción, que ingeniármelas para quitármelo de encima.

Aprovecho su cercanía, tomando un corto impulso con mi rodilla, lo golpeo en su entre piernas dándole justo en ese lugar donde mas le duele a un hombre, con eso se aleja, se queja al mismo tiempo se retuerce.

Aprovechando ese momento, me alejo aún mas y me levanto del frío suelo.

-Debiste hacerte una vasectomía pedazo de mierda- le grito con mucha rabia, para luego escupir un poco de la desagradable sangre que aún brota de mi labio, por mi cansancio físico mi grito se escuchó ahogado, pero encuentro la manera de mantener mi ruda actitud, presionando mis puños me vuelvo a colocar en posición de defensa.

Su fuerte carcajada retumba en mis oídos- Solo mi propia hija puede atreverse a golpearme, enserió, tienes los huevos que no tuvo ningún hombre en esta habitación- vuelve a reír se levanta del suelo y rápido comienzo a moverme intentando mantenerlo lejos, este hombre es un demente pero me preocupa la evidente fuerza que he comprobado que tiene.

Siento y observo el movimiento de sus hombres cuando se intentan acercan a mi, pero el los detiene cuando levanta su mano -Yo me encargo- sonríe al mismo tiempo que, sacude, estira y arregla su costosa camisa.

Los hombres se alejan por completo agrupándose en la puerta de entrada, Roberto se me queda mirando por un largo rato asta que el acaba con el incómodo silencio.

- Mate a mis padres porque sabiendo de mi enfermedad en vez de apoyarme y ayudarme decidieron que un hombre como yo no podía manejar sus empresas, pero ese dinero y propiedades solo me pertenecen a mi; Según ellos construyeron todo con demasiado esfuerzo que no permitirían perderlo, por lo que se les metió en la cabeza que solo mi descendencia disfrutaría de ello- vuelve a reír pero esta vez de una manera mas descontrola, con la misma rapidez y de una repentina manera, hace silencio clavando su oscura y malvada mirada sobre mi- Sé que estoy enfermo, me llevaron a un doctor que me diagnostico esta enfermedad cuando tenía solo diez años- Da dos pasos e intenta acercarse pero me alejo y el se detiene.

- Los mate, me quede con todo y demostré que si pude con las empresas y todo su maldito dinero se a multiplicado- nada de lo que confiesa Roberto me sorprende, solo un demente puede sonreír al confesar algo tan despiadado como eso- ellos estarán retorciéndose en sus tumbas por ver que estoy a punto de acabar con la vida de esa bebe que tanto deseaban ver nacer, anhelaban conocerte- trago saliva sintiendo aún el sabor de mi propia sangre, mis ojos se humedecen pero pestañeo varias veces para evitar llorar, porque una pequeña parte oculta en mis recuerdos le duele no tener la familia que todo niña sueña.

¿Entonces, sus padres si sabían de mi?, no entiendo la mayoría de las cosas que me confiesa, o quizás no me interesa entenderlo, después de todo un mal hombre como el no tiene justificación alguna y mucho menos el perdón de dios, pero si siento pena ajena por esas dos personas desconocidas.

Este hombre frente a mi, me causa mucho miedo, no puedo confiar en sus palabras y mucho menos distraerme.

- Tú me recuerdas a ella, son tan parecidas físicamente la única diferencia es que tú eres más fuerte y aparentemente no te rindes fácilmente- su mirada hacia mi es extraña la manera en como se relaja y cambia su humor de un momento a otro es aterrador.

-Estás a tiempo de enmendar tus errores, si sabes que tienes un problema tú tienes el control y puedes solucionarlo- respondo dominando como puedo mi voz, intentando hablar con seguridad para jugar con esa parte tranquila y equilibrada de su actual actitud.

Vivir por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora