Con Él [COMPLETO LIBRO 2]

Capítulo 6: Lesión traumática cerebral leve

JOANNE

Era evidente que no podía asistir la cirugía, así que la propia Lily hizo mi trabajo.

Permanecía en la sala de espera con todos los implementos puestos aún. Alex no necesitó sacarme de pabellón, porque entendí que mientras más rápido saliera, antes podría realizar la cirugía y salvar a Micah.

Me senté, entrelacé mis manos a la altura de mi boca y lloré.

Lloré aterrada por su salud.

Lloré por el pasado colisionando, literalmente, con mi presente.

Lloré por el golpe que Daniel le había propinado a mi ego. Creí que me podía defender, salir sin un golpe de una pelea, pero solo fue una tonta excusa de mierda. Sin embargo, él salió mucho más dañado que yo.

Un golpe en los testículos que lo dejó sin respiración, gas pimienta en los ojos que lo dejaría sin poder ver durante un par de horas y un golpe en la cabeza con la puerta. Aquella contusión no sería fácil de olvidar por un par de días.

Lloré, liberando todo el dolor y el miedo que había en mi corazón.

¿Cómo me venía a encontrar con Micah después de un año en un país diferente?

—Joanne —me levanté de un salto y vi a Luke Miller observarme preocupado—. ¿Estás bien? —Me enjugué las lágrimas y asentí.

—Estoy esperando a Cunnington.

—Está en pabellón.

—Sí, lo sé —se sentó en la silla que estaba al lado de la que estaba usando. Soltó un fuerte resoplido y juntó los dedos índices mientras miraba el suelo. Me senté al lado de él.

—Está preocupado por ti —sorbí por la nariz—. No sé si sabes, pero está rodeado de mujeres por las cuáles mataría. Su esposa, su hija, su madre, su tía, su hermana y esos bebés. Y ahora tú.

—Yo no pedí ser una de sus responsabilidades.

—No, claro que no, pero justamente por eso eres tan importante para él. Conseguiste algo que no todos tienen en este hospital y es la admiración que siente por ti. Eso ya es suficiente para generar lazos entre los dos. Porque también sé que él te importa, él y su familia. Y también mi familia y yo. No queremos intervenir en tus decisiones, solo queremos que entiendas que estaremos para ti, siempre.

—Gracias —dije de manera seca. Luke esbozó una sonrisa.

—Se culpa por ese ojo en tinta que tienes.

—Ya le dije que no debe culparse.

—No, sé que no es su culpa y creo que él también. Pero así es.

—Ese sentido tan arraigado de la protección no es normal.

—No, por eso está viendo a una terapeuta.