Con Él [COMPLETO LIBRO 2]

Capítulo 47: Alta Médica

Certificación del médico tratante del término de los tratamientos médicos, quirúrgicos, de rehabilitación y otros susceptibles de efectuarse en cada caso específico, para lograr la curación del afectado.

NUEVA YORK

MICAH

—No puedo creer que ya tenemos nuestro equipo —sonrió Camilla con Amandine en sus brazos—. Y tú acabas de vender el departamento, esta noche no podría terminar mejor —añadió contenta.

—El sub chef que escogimos es el mejor, y tiene conocimiento en gastronomía internacional. La comida oriental no es fácil de preparar y atrapamos al mejor. El perfectamente podría ser el chef.

—¿Crees que tenemos una sobrepoblación de chef?

—Es posible —sonreí y le guiñé un ojo—. Solo es la garantía de que tendrás el mejor restaurante de Nueva York. Perfectamente podrías apañártelas sin mí.

—Sin tus contactos no habría podido conseguir a los mejores.

—Pues ya tienes un equipo competente, desde los chefs hasta los camareros. Cuando la remodelación del restaurante esté lista, podrás comenzar sin ningún problema.

Camilla sonrió al tiempo que abría la puerta y dejaba a Amandine en el suelo y la niña corría para prender la televisión.

—Gracias por dejarnos en casa —sonreí.

—El placer ha sido mío.

—¿Mañana comienzas con la mudanza?

—Primero debo encontrar un departamento, aunque mi agente inmobiliario quiere que visite tres lugares mañana, supongo que tendré un nuevo departamento pronto.

—¿Escogerás un sitio grande?

—Solo quiero que tenga una buena ubicación, escogeré el que esté más cerca del restaurante.

—Envíame fotos cuando te decidas.

—Está bien —fruncí el ceño cuando vi sus ojos rojos—. ¿Sucede algo? —ella negó, pero después esbozó una sonrisa llena de preocupación.

—Tengo un mal presentimiento —se llevó una mano al pecho.

—¿Un mal presentimiento después del grandioso día que hemos tenido?

—Siento que no te volveré a ver —sonreí enternecido.

—La única razón de no volver a vernos es que tenga un accidente en el auto y me muera. —Camilla me dio un golpe fuerte en el brazo.

—¡No lo digas ni en broma! —soltando una carcajada la abracé con fuerza y le di un beso en la cabeza.

—Descansa, mañana te enviaré fotos de mi nuevo departamento. Dale un beso a Amandine de mi parte —comencé a alejarme, pero ella tomó mi mano.

—Ten cuidado, la calle está mojada por la lluvia. Avísame cuando llegues, por favor.

—Está bien. 

Entré en mi auto, encendí la radio, activé Spotify y dejé la opción aleatoria. Puse la llave en el contacto cuando se comenzó a reproducir The Loneliest de Maneskin.

—Qué canción tan apropiada —repuse echando a andar el auto.

Me interné en la autopista, no vivía muy lejos de Camilla, estaba a unos quince minutos en auto, pero por alguna razón quería llegar pronto a mi departamento. Miré la hora en mi teléfono y ya casi era media noche.