Capítulo 8: Reacción Alérgica

7K 499 75
                                    

JOANNE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JOANNE

Tres horas más tarde estaba parada frente a la puerta del departamento de Alex cargando cuatro bolsas y dos maletas.

La mano que sostenía la llave temblaba.

Dejé escapar un bufido de impaciencia.

Su presencia no me podía alterar tanto, al menos, no podía demostrarlo. Tenía que ser valiente, y por sobre todo hacerle saber que ya no era la niña enamorada del pasado.

Ahora era una mujer independiente, que lastimosamente seguía enamorada de él, pero tenía control de sus emociones.

Di dos golpes suaves con mi cabeza en la madera lustrosa, giré la llave e ingresé.

No estaba por ningún lado, destensé mis hombros y me encaminé hacia la cocina. Necesitábamos alimentos y una de mis primeras paradas fue un supermercado. Compré todo lo necesario para algunos días. Luego, fui a un centro comercial para comprar algunas prendas que él necesitaría y un teléfono. Luego, fui al viejo departamento.

Dejé las bolsas con verduras, frutas y otros tipos de alimentos sobre la mesa y llevé la bolsa con la ropa y el celular a la habitación.

No me equivoqué cuando pensé que él estaría ahí.

Aún continuaba en la silla de ruedas mirando el paisaje que ofrecía Londres en pleno invierno. Él no me escuchó, o se hizo el idiota. Por un momento me permití ese escaso segundo para contemplar al hombre que siempre significó todo para mí.

El cabello rizado había crecido unos cuántos centímetros y permanecía atado en un moño alto dejando caer algunos mechones. No tenía una imagen de Micah Lewis sin barba, probablemente cuando era joven, pero de adulto siempre la dejó crecer. Y para mi mala fortuna, me encantaba. La nariz torcida me hizo sonreír, porque a él nunca le gustó. Y los labios finos se escondían dentro de la barba. Cuando se perdía en sus pensamientos el gesto característico era deslizar sus dedos por la barba mientras fruncía los labios como si fuera a dar un beso.

Un beso que jamás sería para mí.

Antes de ser demasiado dramática, carraspeé para hacerme notar.

—Traje algunas cosas que te pueden servir.

Micah se giró y miró las bolsas que sostenía.

—¿Dónde dormiré? —Preguntó—. Estuve merodeando por el departamento y esta es la única habitación.

—Pues, entonces, dormirás aquí.

—¿Y tú?

—En el sillón —me encogí de hombros.

—Estás loca —dijo esbozando una sonrisa burlona.

Conté hasta diez, porque no era una mujer paciente, incluso con él.

—Como mucho estarás aquí un mes. En cuanto se resuelva tu problema con el pasaporte podrás viajar. Si quieres dormir aquí o en el sillón, será tu decisión.

Le lancé las bolsas que alcanzó a manotear y yo me dispuse a ir a la cocina.

Miré las bolsas y comencé a buscar algo que cocinar. Observé una malla con tomates, otras raíces y un trozo de carne. Apoyé las dos manos sobre la mesada, intentando recuperar el aliento.

Yo no era buena en la cocina, esa era Livy.

Otra cosa más en la que ella era buena y yo no. Por supuesto que cuando mamá les estaba enseñando a cocinar a mis hermanas, yo estaba hundiendo la nariz en uno de mis libros favoritos.

Agarré otra bolsa, pero aquella solo contenía útiles de aseo personal.

—Estabas tan nerviosa, que ni siquiera te diste cuenta de que compraste pura mierda, felicidades cirujana Sinclair. ¡Brillante!

Necesitaba un plan B, pero nada acudía a mí.

De pronto, sonó el timbre. Inmediatamente miré la puerta al tiempo que Micah aparecía por el pasillo.

—¿Esperas a alguien?

Negué. Nadie, además de Alex sabía que estaba aquí.

—Probablemente sea un conocido de Alex.

Me acerqué para abrir la puerta y lo primero que vi fue al hombre que significó el consuelo que tanto necesité. El espacio vacío que dejó Micah, y que Cian Lexington estaba llenando.

Acunó mi rostro con sus grandes manos y me besó. 

NOTAS:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NOTAS:

¡Apareció Cian! Y les prometo que no les hará las cosas fáciles a Miach, recuerden que él es muy observador y calmado. Micah todo lo contario, ¿creen que eso le puede jugar en contra a nuestro chef? 

Cuéntenme, ¿qué les está pareciendo hasta ahora? 

La historia ya comienza a desarrollarse, este libro será mucho más cortito que Con ella, pero no por eso la trama será tan rápida. Ustedes ya conocen parte del cuento entre Jo y Micah, ahora necesitamos el desenlace. Pero todavía hay unos detallitos del pasado que desconocemos, y en un par de capítulos iremos conociendo. 

Las actualizaciones se irán dando viernes o sábados, como ustedes mismos decidieron a través de una encuesta que publiqué en mi cuenta de IG. 

¡Gracias por seguir aquí! 

Nos leemos viernes o sábado. 

Nati. 

Con Él [COMPLETO LIBRO 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora