Llamado De La Noche

Capítulo 12

Hoy era el día que el consejo llevaría a cabo un evento para felicitar al ganador del torneo, por supuesto que Kaiser era el invitado principal y debía estar presente, así que en este momento se encontraba colocandose una camisa blanca con una expresión apática en el rostro.

Luego de que me habló sobre su pasado, nos volvimos mucho más unidos que antes. Kaiser se mostraba mucho más abierto a hablarme sobre sus días como humano, lo que mas me gusto fue escuchar como hablaba de su madre y hermana. Sus ojos brillaban con adoración con cada palabra que él decía sobre ellas, no puedo imaginar lo difícil que fue para él perder a las personas que él más amaba. Admiraba su fuerza de voluntad.

—Te ves bien —mencioné.

Su mirada se suavizo al escucharme, miro la corbata que estaba en sus manos y la lanzó a la cama.

—Me veo genial, no necesito esa cosa.
Solté una risa ante su actitud. Kaiser dijo que quería que lo acompañe, por eso mismo estoy usando un traje al igual que él. No me molestaba acompañarlo, pero me sentía fuera de lugar. No es lo mismo un festival público que un evento privado.

—Eres mi acompañante, no estás fuera de lugar —dijo mientras besaba mis labios.

Mi corazon se acelero con solo el toque de sus labios, mis manos viajaron a la cicatriz en mi cuello. Lo que siento por Kaiser evoluciona día a día, y no podía decir desde cuando. No estaba enamorado la última vez que me mordio, si lo estuviera ya seria un vampiro, pero quizas deberia evitar que Kaiser beba de mi sangre. No había pensado en la posibilidad de convertirme en vampiro, y tampoco es algo fácil de decidir, mi vida cambiaría en todo sentido. Sé que me estoy adelantando a los hechos, pero si un día me convierto en vampiro, quiero que sea por mi propia decisión.

Las caricias que sentí en mi cabello me sacaron de mis pensamientos, Kaiser parece amar mi cabello, porque siempre busca una manera de tocarlo.

—¿Qué es lo que está pensando esa linda cabeza tuya? —preguntó con tono dulce.
Lo observé con curiosidad.

—¿Estás leyendo mi mente de nuevo?

Sus mejillas se elevan ante mi pregunta.

—No fue necesario, tu rostro es muy expresivo.

Suspire mientras tomaba su mano, que seguía en mi cabeza. Entrelace nuestros dedos. Por su mirada insistente, supe que todavía esperaba mi respuesta.

—Si no te apresuras vas a llegar tarde —pronuncie.

No estaba preparado para admitir que podía estar desarrollando sentimientos por él, era una charla que puede postergarse para más tarde. De momento, quería divertirme sin preocuparme demasiado.

—Si voy a hacer esto, lo haré bien.

El iba a dirigirse nuevamente al espejo para arreglar por milésima vez su camisa, puse mis manos en sus mejillas para detenerlo.

—Kaiser, hablo en serio, te ves muy bien.
Me acerqué a su rostro para darle un breve beso en sus labios, luego salí de la habitación con Kaiser siguiéndome el paso. Al parecer logré convencerlo. Me subí a su espalda y el viaje comenzó.

—Voy a hablar con Emma, no me gusta que se meta en asuntos que no le conciernen —habló con tono serio.

Estaba de acuerdo en que había que hablar con ella, pero ella me contó esas cosas a mí, por eso mismo yo quería ser quien se lo diga.

—Yo lo haré.

Kaiser iba a discutir, pero una sola mirada bastó para que se de cuenta que esto no estaba a discusión. Suspiró rendido.