Capítulo 30

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Debido a la caída, el cuerpo es rodeado por una nube de tierra que no nos permite ver nada a nuestro alrededor. El viento ayuda a que pueda disiparse con mayor rapidez. Siento el tacto de la mano de Kaiser aferrarse a la mía, y escucho pasos apresurados acercarse a nosotros. Una vez estuvo lo suficientemente cerca como para distinguirla, pudimos ver a Leila acercarse con un rostro preocupado, y un dato interesante, tenía un tercer ojo en su frente.

—¿¡Están todos bien!?

Se detiene al ver a Kaiser abrazando a Karen y Bella, sus ojos se abren al igual que su boca.

—Estamos bien, ¿Sabes qué fue lo que pasó?

Por la forma en la que se aprietan sus manos, puedo deducir que si.

—Estuve a punto de darle el golpe final a Kali, y se dividió, ¡No puedo creer que tengo tanta mala suerte!

¿Dividirse? ¿De forma literal?

—Ahora no tenemos a una loca, sino a cinco. ¡Y todas quieren matarme!

Eso... suena mal, muy mal.

—¿Cómo haces para meterte en las situaciones más extrañas? —preguntó Kaiser.

Tengo un deja vu en este momento.

—¡No lo se! La vida me odia.

Sé que es un mal momento, pero suelto una risa sin poder evitarlo. Esto ya dejó de tener sentido hace mucho tiempo.

—¡Deja de reírte, esto es serio!

Me detengo como puedo, pero Kaiser comienza a reír también, y no tardó en seguir su ejemplo. Leila nos observa con su rostro arrugado por la molestia y sus brazos cruzados.

—¿Se están divirtiendo sin mi?

Todos soltamos un grito, solo para ver el cabello rubio de Emma, y esta vez fue turno de Karen y Bella de gritar por segunda vez.

—¡Es ella, ella nos mató!

Mierda, olvidamos eso. Emma las observa por un momento, sin ninguna señal de sentirse culpable, no es que eso me sorprenda.

—Bueno, pero mira nada más, hola de nuevo señora y señorita.

Leila golpeó su frente, de todas las cosas que podía decir, ¿Fue eso lo que pensó sería más adecuado?

De todas formas, no tuvimos tiempo para pensar en eso, la nube se disipó, y frente a nosotros ya no estaba solo Morana, sino Kali y cuatro chicas más, que asumo son las otras personas que habitaban en su cuerpo. No teníamos ni la menor idea de que ella podía dividirse, y por el rostro de Morana, ellos tampoco lo sabían.

—Kali, ¿Qué significa esto?

—Es claro lo que pasa, usa la cabeza —contestó la chica de cabello blanco.

—Oye, no le respondas así, es irrespetuoso —dijo esta vez la chica castaña.

—Entiendo que estemos confundidas, pero lo mejor sería calmarnos y analizar la situación —la chica con pelo celeste observó a la de pelo azul, que asintió con una sonrisa.

Kali jugaba con sus dedos y observaba a las cuatro chicas. Me dediqué a analizarlas. Si se separaron, eso significa que cada una controla un elemento, no es difícil darse cuenta que poder tiene cada una. Kali controla el fuego, la castaña puede dominar el poder de la tierra, las que tienen pelo celeste y azul deben ser agua y aire, y puede ser que la chica de cabello blanco tenga la habilidad de hielo. Todas se voltean a vernos, y luego sus ojos caen en Leila.

—Lo único que sabemos es que debemos matarlos, y todas estamos de acuerdo en encargarnos de Leila por mano propia.

—Es cierto, Kali estaba enamorada y ella se lo arrebató, las mujeres no hacen esas cosas.

Llamado De La Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora