Capítulo 3

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Apenas terminó mi última clase, guardé mis cosas lo más rápido que pude y me dirigí hacia la salida. A lo lejos pude visualizar a Kaiser junto a Meguru hablando casualmente. Al verme, Meguru sonrió brillantemente y con su mano hizo un movimiento indicando que me acerque.

—Isagi, te estábamos esperando —exclamó con una expresión de emoción en su rostro.

—Pareces estar muy feliz ¿Sucede algo?

Meguru asintió frenéticamente y no pude evitar contagiarme de su felicidad, Kaiser pasó su brazo por mis hombros y me acerco un poco a él. Meguru parecía tener curiosidad por ese movimiento, pero aun así no dijo nada al respecto.

—Yoichi, mientras estabas allí devorando algunos libros, logramos recibir el permiso del consejo para que puedas visitar nuestra ciudad.

Me quedé en silencio por unos segundos sin entender exactamente a qué se refería con su ciudad, pero comencé a encajar las piezas y llegue a la conclusión de que es probable que tengan una ciudad donde solo es habitada por vampiros.

—Es un lugar muy lindo, te gustara. Tienes que probar los dulces, una vez que lo hagas no podrás dejarlos —hablo Meguru mientras tomaba mi mano, Kaiser apretó un poco su agarre en mis hombros, haciendo que no pudiera moverme.

—Yo lo llevaré —soltó Kaiser con una gran sonrisa en su rostro, pero no había ni una pizca de amabilidad en ella.

Meguru frunció el ceño, parecía irritado. Mientras tanto, yo no podía entender por qué no podíamos ir los tres juntos, no debería haber ningún problema con eso ¿No es así?

—Lo que pasa, es que la ciudad queda un poco lejos, si vamos en auto tardaremos mucho —exclamó Kaiser.
—Deja de leer mi mente. ¿Cómo iremos entonces? —pregunte.

La sonrisa de Kaiser creció todavía más, si es que eso era posible. Meguru ya no parecía molesto, en vez de eso, su expresión se veía divertida antes mi pregunta. Por alguna razón tenía un mal presentimiento de esto.

—¿No es obvio? Volando.

Luego de decir eso, me alzo en sus brazos y salto. Sentí como nos elevamos a gran velocidad y sin poder evitarlo grité. Esto parecía divertir a Kaiser que soltó una carcajada, Escuche la risa de Meguru a una distancia corta de donde nos encontrábamos.

—Debiste ver tu cara —dijo entre risas, apreté los dientes y me contuve de darle un golpe. Podría terminar soltándose y moriría.

Respire hondo y observe detenidamente el paisaje frente a mis ojos, Kaiser me sostenía con firmeza y Meguru se veía tan feliz y libre volando a nuestro lado. Estábamos volando a muy rápido y a una gran altura, las casas se veían tan pequeñas en este momento. Aunque la vista era hermosa, mi mano apretó fuerte el brazo de Kaiser.

Nadie dijo nada en los siguientes minutos, ahora entendía por qué no usamos un auto, realmente estaba muy alejada. Salimos de la ciudad en unos pocos minutos, pero ellos no bajaron el ritmo en ningún momento. Decidí dejar de pensar y solo disfrute de la sensación del aire fresco contra mi rostro, el cielo se veía despejado y las estrellas brillaban de una manera preciosa.

Sin previo aviso, Meguru y Kaiser comenzaron a descender, una vez que nuestros pies tocaron el suelo, observé el lugar donde estábamos. Frente a nosotros había un gran campo, tan extenso que no se podía ver el final. A pesar de no entender nada de lo que estaba pasando, no hice ninguna pregunta y espere a que ellos explicaran la situación. En vez de eso, Meguru caminó con confianza y a unos pocos metros desapareció.

Kaiser tomó mi mano y me arrastró con él, al atravesar lo que parecía ser una barrera, una enorme ciudad se posó frente a nosotros. Al girarme ya no había ningún campo, en su lugar pude ver una hermosa plaza iluminada por luces cálidas. Meguru estaba a unos metros de distancia hablando con un chico alto de cabello negro. Había dos caminos, uno al inicio de la plaza y otro al final, la arquitectura del lugar parecía antigua pero bien cuidada.

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