Capítulo 31

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Todos nos cubrimos de las plantas de Emma. Estaban por todas partes, intentando alcanzar a Morana para acabar con ella. Kaiser estaba a mi lado abrazando el cuerpo de Leila, acaricié su cabello tratando de demostrar mi apoyo, pero sabía que nada de lo que hiciera podría aliviar su dolor. Observo con detenimiento su rostro pálido y sin vida. Todo parecía ir bien, pero Morana tuvo que asesinar a Lorenzo, y luego a Leila, puedo asumir que estaba tratando de causarle el mayor daño posible a Emma, y lo logró.

—Kaiser, se que estas dolido, pero luego puedes llorarle a Leila. Si no hacemos algo ahora, todos vamos a morir.

Palabras crudas en un mal momento, pero eran reales, todos sabíamos que Rin tenía razón, era frío y calculador, no parecía importarle si alguien se moría aquí y ahora. Ness le da una mirada que lanzaba cuchillos, al igual que yo, intentaba estar con Kaiser en este momento tan complicado. Un aura pesada se apoderó del lugar, se dividía entre las personas que querían actuar rápido para no morir en vano, y los que estaban deprimidos por perder a Leila. Noa hizo un gran trabajo en aparentar que todo estaba bien, pero dicen que los ojos son el reflejo del alma, y se podía ver cuán dolido estaba por haber perdido a su pareja.

Fue pequeño, pero noto un leve movimiento. No lo mencionó, si fuera una falsa alarma el golpe sería peor, en vez de eso, espero paciente. De nuevo, muy pequeño, pero el que presta atención puede notarlo.

¿Será un espasmo?

La quemadura en mi cuello me distrae, busco que es lo que me esta lastimando, y al encontrar el origen, me arranco el collar con fuerza. Acarició la zona con el ceño fruncido, y el collar brilló con gran intensidad. Levita con lentitud hasta la mano de Leila, y un segundo después, sus ojos se abren con exaltación. Se levanta del suelo todavía con el cristal en sus manos y observa todo a su alrededor.

—Emma, ¿Dónde está? ¿Que paso?

Nadie tiene palabras que decir, estábamos en completo shock mientras procesamos lo que acababa de pasar. Ella estaba bien, viva, justo frente a nosotros. Nunca entenderé cómo es que funciona ese collar, tiene tanto poder como traer a alguien de vuelta a la vida, sin ningún tipo de sentido. Leila observa su mano, y ve que la piedra violeta estaba rajada, casi a punto de romperse.

—Tu... bebiste el líquido de la rosa azul, ¿Cómo es esto posible —murmuró Kaiser incrédulo.

Leila no responde, en vez de eso, activa su don y mira fijamente lo que tenía en sus manos. Fueron segundos que se sintieron como una eternidad, y cuando finalmente levantó la mirada, sus ojos se enfocaron en mi.

—Yoichi, creo que sé que podemos hacer.

Se supone que ella estaba confundida, pero recordé una de las tantas habilidades de su tercer ojo, puede recopilar información a una gran velocidad y asimilar sin mucha dificultad, y gracias a eso adaptarse a la situación. No es tan diferente a mi don, pero su habilidad tiene muchos otros usos.

—¿Qué quieres hacer?

Ella vuelve a colocarme el collar, y puedo ver la esperanza reflejarse en su mirada, fue contagiosa, ya que me sentí animado de repente.

—Nada asegura que podamos matar al consejo, tuvimos suerte con Kali, pero ahora ellos saben sobre las rosas azules, ya no contamos con tanta ventaja —hace una pausa, quizás para ordenar las palabras que va a decir— pero si mis ojos no fallan, tu eres la clave para que este collar funcione, o mejor dicho, para la persona que esté dentro pueda ayudar.

¿Está hablando de Circe?

—Es una teoría, pero creo que este collar no es un contenedor de energía, sino un sello.

Llamado De La Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora